Estudios de impacto ambiental
Uno de los rubros más comprometidos es sin duda alguna el del medio ambiente
En este mundo cambiante y de urgente desarrollo, en donde el incremento de la población en las ciudades se está dando de manera muy vertiginosa, uno de los rubros más comprometidos es sin duda alguna el del medio ambiente. Como bien sabemos, todo tipo de obra que se realice, por pequeña que sea, siempre genera un impacto sobre nuestro entorno natural y no podemos facilitar el desarrollo comprometiendo el ambiente, pues tarde o temprano la naturaleza no los va a cobrar de alguna manera.
Todo el mundo es consciente de que cuando se proyecta modificar el entorno y cambiar el uso del suelo, por ley el responsable tiene que someter ante las autoridades correspondientes un estudio o Manifestación de Impacto Ambiental (MIA), que, para ser sinceros, en numerosas ocasiones éstas carecen de especificaciones reales del sitio en donde se pretende construir.
Una MIA, según la ley, la puede promover cualquier persona que tenga la capacidad, pero se condiciona a que sea realizada por un especialista en impacto ambiental, como debería de ser siempre. Existen dos tipos o modalidades de MIA: modalidad regional y particular, teniendo ambas los mismos criterios de evaluación pero con diferente injerencia y grado de detalle.
Una MIA en la modalidad regional se requiere para proyectos que pretendan desarrollarse en sitios en los que, por su interacción con los diferentes componentes ambientales regionales, se prevean impactos acumulativos, sinérgicos o residuales que pudieran ocasionar la destrucción, el aislamiento o la fragmentación de los ecosistemas. Un ejemplo de este tipo de obras son los parques industriales y acuícolas, granjas acuícolas de más de 500 hectáreas, carreteras y vías férreas, proyectos de generación de energía nuclear, presas y, en general, proyectos que alteren las cuencas hidrológicas.
La modalidad regional se requiere de manera puntual también cuando las obras o proyectos se quieran o pretendan realizar en una región ecológica determinada.
Cuando la obra queda fuera de las características de modalidad regional, la manifestación de impacto ambiental deberá presentarse en modalidad particular. Estos estudios tienen que sometidos ante la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) a una evaluación y su resultado puede ser de tres tipos: autorizada tal cual se presenta, autorización condicionada (en cuyo caso se especifican los detalles de mitigación o ajuste del proyecto que deben incluirse) o bien, si el caso lo amerita, la aprobación puede ser negada de manera directa.
La pérdida de la biodiversidad
La destrucción de los hábitats es uno de los problemas más evidentes en el sistema ambiental, no obstante que ayudan a mitigar los excesos de contaminación; una de las especies que ayudan a eliminar la contaminación son las grandes aves de rapiña que se encargan de comer los cuerpos de los animales que han fallecido, evitando así un daño al planeta, cuyos recursos no son inagotables. Los científicos alertan desde hace años del aumento de las especies en peligro de extinción y la pérdida de la biodiversidad, que no solo causa daños al medio ambiente, sino también a la economía, tal como han demostrado muchos estudios.
Hay que reconocer que muchas veces lo que presentamos como problemas son las consecuencias visibles de la gestión ambiental que se está realizando. El verdadero problema es la mala gestión, la corrupción a distintos niveles que impide que la legislación se aplique con contundencia y la explotación no sostenible de los recursos naturales; todo ello es parte de los reflejos ocasionados por la omisión por la autoridad en el cumplimiento de los requisitos ambientales en la realización de proyectos; los resultados van de la mano con el desinterés que muchas personas tienen sobre los temas ambientales, y lamentablemente permiten que la autoridad, al no ser cuestionada por su ineficacia, sea más condescendiente y solape verdaderos daños a la naturaleza.
El medio ambiente se encuentra en peligro por diversas amenazas que afectan no solo a los ecosistemas, sino a todos los seres vivos. Conocer los problemas ambientales es el primer paso para concienciarnos de su importancia y participar en acciones para la protección y recuperación de la naturaleza. No debemos olvidar que la mayoría de los daños ambientales se derivan de la acción no planificada del hombre y del crecimiento urbano que demanda cada vez más recursos de todo tipo: hídricos, energéticos, terrestres, orgánicos y minerales. Los problemas ambientales suelen pasar desapercibidos hasta que sus consecuencias se hacen evidentes a través de desastres naturales, tragedias ecológicas, amenazas globales o riesgos severos para la salud de los seres humanos.