Los principales problemas ambientales son: la contaminación del agua dulce y potable, la deforestación, el calentamiento de la tierra, el agotamiento de los recursos naturales, el efecto invernadero, el derretimiento de los glaciares (principales reservas de agua dulce), la contaminación atmosférica consecuencia de la emisión de gases y de la generación excesiva de basura. La calidad de vida depende en gran medida de la acción de los gobernantes y las organizaciones internacionales, quienes deben empezar a implementar políticas y medidas que reduzcan el impacto negativo en la naturaleza, las tierras y el aire y que afectan nuestra salud y nuestro bienestar social, económico y político. 

Las naciones y sus líderes han suscrito tratados y convenciones para aplicar medidas para conseguir un desarrollo sostenible y mantener intacta la capa de ozono, entre otras muchas cosas. Los principales son:

La Carta Mundial de la naturaleza establecida en 1982 y que compromete a los países firmantes a mantener la preservación del medio ambiente, el respeto por los ecosistemas, disminuir la contaminación proveniente de las grandes industrias, conservar los recursos naturales y a idear estrategias autosostenibles de desarrollo económico. La Conferencia de Estocolmo sobre el medio ambiente, celebrada en 1972. Aquí se trataron temas como el desplazamiento de residuos tóxicos y químicos, la contaminación de mares y lagos, la energía nuclear y otros. El Protocolo de Montreal, que enfatiza acerca de la destrucción de la capa de ozono, y el compromiso de disminuir las sustancias químicas que afectan la fertilidad de las tierras. Convenio de Basilea, realizado en 1989, para controlar los desechos peligrosos y su traslado inadecuado. 

También la convención de las Naciones Unidas sobre el cambio climático, cuyos objetivos se pretendían alcanzar con la colaboración de todos los países miembros y que estaban enfocados en las emisiones de gases de efecto invernadero, la contaminación de los ecosistemas marinos y terrestres y el cambio climático.

El Protocolo de Kioto, que se pactó en diciembre de 1997, entrando en vigencia en 2005 y ratificado por 187 países; se diseñó para desintoxicar el planeta y reducir la contaminación por gases tóxicos como metano, dióxido de carbono y hexafluoruros.