Un sonoro golpe de mesa dio la semana pasada el gobierno de Estefanía Mercado en Solidaridad al terminar con la sobredensificación de viviendas, lo que dará orden a uno de los municipios con mayor crecimiento urbano en el país, y en especial terminará con tanta corrupción y anarquía que ha girado en torno a este flagelo.

Este tipo de acciones marcan la diferencia a favor de los gobiernos que cuentan con el pulso de lo que necesita su municipio, y la administración de Estefanía muestra tener la voluntad y el arrojo para erradicar uno de los principales problemas que enfrenta esta localidad, como es el crecimiento desordenado que entorpece y vulnera la gobernabilidad.

La sobredensificación sólo genera corrupción y no permite el óptimo equilibrio entre el crecimiento urbano y la dotación de obras y servicios a cargo de la autoridad, lo que tarde o temprano desemboca en rezagos y caos.

Cómo olvidar la llamada Ley Casitas que daba luz verde a la construcción de mini viviendas que sobredensificaban y formaba una fuente de patologías familiares y sociales, y que sólo tenía como fin la edificación de más casas, abonando a la consecución de vicios como corrupción.

Estefanía Mercado anunció que a partir de ahora sólo se permitirá la construcción de 75 casas por hectárea, a fin de llevar un ordenamiento territorial acorde con lo que la ciudad merece.

En Sesión Extraordinaria de Cabildo, fue aprobado el cambio de aprovechamiento de uso de suelo de seis bienes inmuebles propiedad del Ayuntamiento, reiteró que “ya no se va a permitir la construcción de 120 viviendas por hectárea como sucedió en Villas del Sol”.

Y además, la presidenta municipal fue contundente al precisar: “Que lo sepan todos los desarrolladores que quieren invertir en Solidaridad, sólo se van a permitir 75 viviendas por hectárea”.

De esta manera, el gobierno de Solidaridad quita de la mesa el excesivo menú al que estuvieron acostumbrados durante años los voraces desarrolladores que se sentían amos y señores de las tierras de diversos municipios, siempre acostumbrados a cumplir con el diezmo para la autoridad en turno y hacer lo que les plazca en extensos terrenos.

Eso se acabó: “Para nosotros es muy importante incentivar la inversión, bienvenida la inversión a Solidaridad, pero bienvenida la inversión sustentable que vaya acorde con nuestro medio ambiente y la imagen urbanística que queremos mostrarle a los que viven aquí y a quienes nos visitan”, comentó la alcaldesa.

Por ello, en Solidaridad existe el proyecto de un Instituto de la Vivienda, el cual quedaría constituido a partir del próximo año.

Estas son acciones que deben servir de ejemplo a otros municipios.