Sí. Obviamente habrá una sesión solemne por el aniversario de la conversión de Quintana Roo en estado libre y soberano. Debe ser. Una legislatura como la décimo quinta tendrá que armar una buena celebración para hoy, 8 de octubre.

Sin duda serán bombásticos los discursos de los funcionarios del momento. El presidente del Congreso exultará las virtudes de aquellos quintanarroenses que nos dieron patria.

¿Pero qué es lo que tenemos que celebrar? Hace dos años nadie tenía duda: Carlos Joaquín González llegó para echar al PRI por primera vez en la historia y eso se seguía festinando. La ira contra Roberto Borge Angulo seguía a su máxima expresión. Pasó ya el primer tercio del gobierno de Carlos Joaquín González y los resultados no son precisamente los soñados, mas tampoco vemos esa descomposición que esgrimen las malas intenciones de las redes sociales. Se acabó la luna de miel.

Lo de siempre, por lo menos en una sociedad tan burocratizada como la quintanarroense y en especial la chetumaleña: dime cuál es tu hueso y te diré qué tan feliz eres. Los cambios todavía son novedad en esta comarca, pero también hay que decir que los nuevos tampoco lo han hecho de manera impecable.

El pie en el “clutch” ya lo puso el gobernador en estos días, agitando las áreas de mayor demanda, pues quedaron fuera los titulares de Seguridad Pública y de la Fiscalía General del Estado, que formalmente nombra el Congreso pero hoy por hoy se deciden en la esquina de las avenidas Insurgentes y Heriberto Frías de la capital.

Es cierto que se especuló por más relevos, y no escasean los candidatos a tomar las de Villadiego, amén de que el clan Ramos que se apuntaba la entronización de Carlos Joaquín sigue acusando bajas y ya difícilmente pudiera considerarse empozado en el poder. Que recoja Janitzio los perfumes de su amor, diría Agustín Lara.

Nos preparábamos ayer en el norte del estado para una tormenta tropical. Puerto Morelos, con la reelegida Laura Fernández Piña, tiene un gobierno experto, pero los demás nóveles munícipes del norte están hechos en la cultura de la protección civil ante ciclones, que en verdad a demostrado más destreza y capacidad de resolución que el mismo primermundista Estados Unidos.

No debe pasar nada muy malo tras esta repasada de turbulencias por nuestras costas. De cualquier manera, desde este Chetumal, que no tuvo más que un par de eventos lluviosos, enviamos toda nuestra solidaridad. Que la pasen lo menos mal posible, paisanos quintanarroenses.