Otro escándalo en la Sintra

Sacudido aún por las denuncias de corrupción en contra de inspectores de transporte de su dependencia...

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Sacudido aún por las denuncias de corrupción en contra de inspectores de transporte de su dependencia, el secretario de Infraestructura y Transporte (Sintra), Jorge Portilla Manica, está otra vez contra las cuerdas por una oleada de irregularidades detectadas en la entrega de cientos de concesiones de taxi en diversos municipios del estado, lo que provocó un airado incendio entre los chafiretes que ya llamó la atención del gobernador Carlos Joaquín González.

Y es que las denuncias de socios ayudantes de los sindicatos de taxistas de Chetumal, Isla Mujeres, Cancún y Playa del Carmen, entre otros, que acusan con los pelos de la burra en la mano la misteriosa entrada en funcionamiento de un alto número de placas nuevas que no favorecieron al gremio taxista, sugieren una red de complicidad entre los actuales líderes sindicales y el director de transporte, Alejandro Ramos Hernández, responsable directo del control de las concesiones de transporte público.

En Chetumal e Isla Mujeres, la molestia de los taxistas agraviados por estos malos manejos detonó con rebeliones contra sus dirigentes sindicales a los que señalan de ser los artífices de la transa y de aprovechar las aguas revueltas que provocó la alternancia para su beneficio.

En junio pasado, los taxistas capitalinos denunciaron públicamente que han detectado al menos 44 concesiones nuevas que no estaban contabilizadas en el padrón adicionalmente a las que entregó el ex gobernador Roberto Borge Angulo a allegados al fin de su gobierno, por lo que presumen incluso que las firmas de las autoridades anteriores fueron falsificadas para hacerse de estas nuevas placas.

En Isla Mujeres, la queja es por la entrega de 119 placas a recomendados del gobierno anterior que entraron en vigor sin ningún problema, pese a la promesa de revocar estas concesiones por su origen para que lleguen a las manos de verdaderos taxistas.

Ante los oídos sordos del titular de la Sintra, que con su silencio cómplice avala todas las irregularidades de su polémico director de Transporte, los taxistas emprendieron una lucha en dos frentes: contra sus líderes sindicales y contra la dependencia, llevando sus protestas ante el gobernador.

Carlos Joaquín advirtió que ya se emprendió una investigación para averiguar qué está pasando en la Sintra y deslindar las responsabilidades en este turbio asunto, indagatoria que deberá realizarse a fondo caiga quien caiga, para apaciguar la furia de los combativos chafiretes.

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