Redacción/SIPSE
CHETUMAL, Q. Roo.- Padres de familia de los alumnos de las carreras de la División de Ciencias Sociales (DCS) de la Universidad de Quintana Roo (Uqroo), visitaron el espacio del centro de simulación de la casa de estudios, en donde conocieron los diferentes equipos y modelos que permiten que los universitarios construyan habilidades y competencias sin la intervención directa sobre un ser humano.

Se les aclaró que ahora ya no es posible usar a un ser humano para “practicar”, y tampoco animales. Las leyes sobre el derecho de las personas y de los animales prohíben que los estudiantes hagan prácticas que lesionen o pongan en peligro la vida de los seres vivos.

Para permitir que los alumnos integren el conocimiento, la DCS usa el modelo de aprendizaje basado en problemas clínicos definidos y se construye un escenario donde el simulador puede ser de baja o alta fidelidad.

Los simuladores de alta fidelidad pueden reaccionar a diversas órdenes y procedimientos clínicos. Los estudiantes interactúan entre ellos y el simulador, los resultados son analizados con un conductor mediante la técnica de simulación clínica.

Un maniquí representa un simulador de paciente humano de alta fidelidad, el cual cuenta con sofisticados modelos de los sistemas cardiovascular y respiratorio de un ser humano. Estado líquido, ácido-base y la temperatura también se modelan junto con los efectos fármaco-dinámicos de una serie de drogas por vía intravenosa.

El maniquí puede hablar, en virtud de un actor que habla en un micrófono de la sala de control. Por lo tanto las habilidades de comunicación pueden ser llevados a la formación, si es necesario. Durante la sesión de simulador que aprenden a poner en práctica la teoría a medida que avanzan a través de los objetivos educativos estructurados.

Cualquier persona que trabaje en la atención de problemas agudos y críticos tendrá la preocupación acerca de su capacidad para desempeñarse bien en una situación difícil o amenazante para la vida.