Pandemia complica el estudio y conservación de las mantarrayas

Organizaciones se quedan sin recursos ni personal para realizar el monitoreo de la especie.

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(Cortesía)
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De 40 salidas a trabajo de campo que se realizaban durante esta temporada para evaluar el comportamiento de las mantarrayas en el Caribe mexicano, este año únicamente se realizarán seis.

La crisis económica derivada del coronavirus dejó sin donativos a la organización Manta Caribbean Project, dedicada a la vigilancia y conservación de esta especie.

Karen Fuentes, líder del proyecto, expuso que desde marzo hasta principios de julio no se realizó ningún monitoreo, mientras que en estos dos meses próximos se estirará al máximo el pequeño ahorro con el que contaban para hacer algunas salidas.

Esta situación interrumpe el monitoreo que se venía haciendo para conocer más a fondo el comportamiento de estos animales en la región del Caribe Mexicano. 

“La verdad es que si nos ha pegado esta situación muy fuerte. Teníamos un ahorro para emergencias, por si de repente teníamos que salir a campo urgente o comprar algún material, y es con ese ahorro de emergencias que nos estamos apoyando, aunque la emergencia ya se alargó por varios meses”, dijo la especialista en mantarrayas.

Otra de las razones que ha complicado el trabajo es la suspensión del programa de voluntarios, que temporada con temporada apoyaban en las labores de recolección de muestras, fotoidentificación y análisis de la información.

Los análisis de las condiciones del agua, comportamiento de alimentación y cantidad de ejemplares en determinados puntos; permite a largo plazo identificar zonas de permanencia de las mantas gigantes y las razones por las que habitan en esos sitios, explica. Esto a su vez permite generar políticas públicas de conservación en zonas focalizadas dentro de la zona marítima.

Las mantarrayas, que llegan a medir hasta cinco metros de extremo a extremo; habitan en zonas similares a las del tiburón ballena, dentro de la Reserva de la Biósfera del Caribe Mexicano, Reserva de la Biósfera del Tiburón Ballena y el área de Protección de Flora y Fauna Yum Balam.

La organización Manta Caribbean Project, además de monitorear estas especies, hace estudios de microplásticos en el agua y en las algas del sargazo, para evaluar daños potenciales a la fauna marina.

Karen Fuentes refirió que el coronavirus ha complicado las cosas para todos y las organizaciones ambientales no son la excepción, por lo que necesitan de la ciudadanía para seguir haciendo su labor.

“Entendemos que hay cosas que son prioritarias, como el alimento para alguien que no tiene que comer, pero si dentro de sus posibilidades está hacer un donativo para el proyecto de monitoreo de mantas será muy bien recibido”, dijo.

Para realizar donativos las personas pueden solicitar información a los correos electrónicos [email protected] y [email protected], o hacerlo directamente en el sitio https://www.mantacaribbeanproject.org/ a través de PayPal.

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