La ocupación hotelera en la Riviera Maya inició el repunte de fin de año y llegó al 88% de afluencia en más de 57 mil cuartos de hotel, la mejor cifra en esta segunda mitad del año. 

Tras altibajos sufridos en los últimos meses, el destino turístico por fin inició un despunte rumbo a un cierre de año con alta ocupación hotelera luego de una Navidad en la que no se registraron números rebosantes de turismo.

De acuerdo con datos del Consejo de Promoción de Turística de Quintana Roo, este viernes se registró la cifra más alta de los últimos siete meses, pues el último repunte similar no ocurría desde principios de abril pasado cuando se llegó al 89% de ocupación.

Las cifras que dio a conocer el órgano promotor del turismo este fin de semana, muestran números a la alza en vísperas de despedir el 2024, el año en que se experimentó el “bajón” tras la recuperación por los efectos de la pandemia del coronavirus hace ya casi cinco años.

Según gráficas recientes, durante la Navidad, el martes 24 y miércoles 25, la Riviera Maya tuvo una ocupación hotelera de manera respectiva del 83.6% y 84.4%.

No obstante, a partir de esa fecha el repunte se experimentó. Así, el pasado jueves 26 se alcanzó el 87.3% de ocupación, mientras que el viernes 27 se llegó al pico de ocupación en la segunda mitad del año, con un 88.4% con una disponibilidad de 57 mil 108 cuartos de hotel que existen en el destino.

Comparativamente con las cifras que se tuvieron en 2023 en la misma fecha, la Riviera Maya en esta ocasión se posiciona con una mejor ocupación porque el 27 de diciembre del año pasado apenas se llegaba a un 84.7% de afluencia, con una disponibilidad de 56 mil 380 unidades de hospedaje que en ese momento registraba este paradero vacacional.

Con estas nuevas cifras a la alza, la Riviera Maya registra una ocupación general promedio en diciembre del 81.4%, la mejor marca en estos últimos meses.

Se prevé, según pronósticos de representantes empresariales y gubernamentales, que en las próximas horas este destino turístico esté rebasando el 90% de ocupación hotelera, lo que significar un abarrotamiento del sitio en víspera del Año Nuevo.