El movimiento de rock en Cancún es tan joven como la misma ciudad, pero no quiere decir que no existan protagonistas que han intentado salir adelante con sus propuestas musicales. Muchos han sido los que han batallado desde hace más de tres décadas porque en este polo turístico existan movimientos que vayan acorde con la ideología del propio género.

Uno de estos incansables guerreros fue Gilberto Enrique Romero Copil, mejor conocido como “El Pato”. Originario de la Ciudad de México, “El Pato” fue uno de los precursores del movimiento, si alguien quería saber qué era lo que estaba sucediendo en la escena local del rock, tenía por fuerza que hablar con él.

Le gustaba apoyar a las bandas, siempre fue uno de los organizadores de eventos en el parque de Las Palapas, era un incansable buscando foros, apoyos por parte del gobierno, el último evento que organizó fue precisamente en el parque del centro de la ciudad y tuvo por nombre Festival Musical de Verano Cancún 2014, en la organización del evento fue la última vez que lo vi, estaba ocupado con la organización, con el orden de los grupos que iba a tocar y atendiendo a los medios de comunicación, días después de esto me enteré de que había fallecido.

El 26 de enero pasado hubiera cumplido un año más de vida, pero ya no fue así, él desde donde esté, ya toca con su gran amigo Mike Mansur y seguramente ponen a bailar a todos con su peculiar manera de tocar.

Promotores del rock como él ya no quedan, o peor aún, están extintos, además de tener un dominio de su instrumento –el bajo- tenía un conocimiento completo del género, era un erudito en materia musical. Recuerdo cuando estaba la universidad y escribía mi tesis sobre la historia del rock en Cancún, “El Pato” me concedió una entrevista para hablarme de cómo había empezado el movimiento, quiénes fueron los que llegaron primero a este polo turístico a tratar de vivir de la música y además promover la música rock.

Muchos son los músicos que, a dos años de su fallecimiento, aún lo recuerdan, lo extrañan e incluso le rinden homenaje en cada una de sus tocadas y bien merecido se lo tiene, pues pocos como él que se ocupaban en trabajar para la música y vivir el rock como debe de ser.

En memoria de un gran músico, gran promotor cultural y sobre todo una gran persona.

Estimados amigos nos leemos la próxima semana.

Saludos y mucho rock.