Periodistas ante su ley

Una ley para la protección de defensores de derechos humanos y periodistas ha agitado a un significativo porcentaje de nuestro gremio en la capital del estado.

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Una ley para la protección de defensores de derechos humanos y periodistas ha agitado a un significativo porcentaje de nuestro gremio en la capital del estado. Estamos ante una norma jurídica cuyo parto ha sido muy complejo por una atmósfera de prejuicios y fobias que han sido desactivadas con diálogo y exposición de argumentos y datos certeros, sin que la polémica se haya esfumado porque su presencia siempre es saludable en una democracia.

En la recta final del gobierno de Roberto Borge, el Congreso del Estado aprobó una ley que fue contaminada con artículos corregidos por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, dejando el barco listo para ser botado al mar Caribe. Pero fue resguardado en el taller mecánico.

Esta Legislatura del cambio descalificó lo hecho por sus antecesores contaminados de borgismo y nos convocó a tres foros (Chetumal, Felipe Carrillo Puerto y Cancún) para que periodistas y defensores de derechos humanos expusiéramos nuestras propuestas definiendo el futuro inmediato de la ley: su abrogación o aprovechamiento con la incorporación de propuestas para fortalecerla y activarla.

Todos los que participamos en el foro de Chetumal –efectuado este martes por la tarde y noche en la Facultad de Medicina de la Universidad de Quintana Roo– nos pronunciamos por su rescate y botadura al mar, previa incorporación de algunas piezas para lograr una ley de avanzada.

Desinflarla para partir de cero fue una opción rechazada por todos los periodistas y defensores de derechos humanos; entre mis compañeros destaco las posturas contundentes de Graciela Machuca Martínez, Julián Santiesteban Ruiz, Oscar González Ortiz, Angel Ramírez Hernández, Ramón Humberto González Reyes, Anwar Moguel Morales, Janyna Rivera y Victoriano Robles Cruz. En mi caso, también propuse el aprovechamiento de la ley inactiva, incorporando las valiosas propuestas de mis compañeros y los defensores de derechos humanos.

Nuestra ley está casi lista, pero antes los diputados tendrán que revisar los resultados de los foros de Carrillo Puerto –efectuado este jueves– y Cancún.
Como todos mis compañeros, estoy seguro de que los diputados están tomando en cuenta nuestras voces; por algo forman parte del “gobierno del cambio” y la Legislatura no puede marchar en una dirección opuesta.

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