Perritos abandonados en Chetumal por una maestra terminan comiéndose entre si
En el domicilio se encontraban 17 perros y 15 gatos en condiciones paupérrimas.
Vecinos de la colonia Campestre denunciaron a una maestra de la Universidad de Quintana Roo, por abandonar a más de 17 perros y 15 gatos provocando que los animales se coman entre sí.
Rafael Rivero Aburto, de la asociación civil “Toda vida es importante”, explicó que desde hace ocho meses, Nuria Aranz Lara rentó una casa sobre la avenida Revolución con Calle Manuel Azueta, con el fin de establecer una especie de albergue para animales callejeros.
“Sin embargo, los vecinos nos comentan que la profesora solo viene una media hora al día para traerles comida, pero no se encarga de cuidarlos de manera adecuada. Por eso los canes presentan problemas graves de garrapatas y otras infecciones, además de generar molestias para los vecinos por la peste de las heces, convirtiéndose además en un agravio a la salud pública”, dijo.
Añadió que lo más lamentable es que los perros se comieron a los cachorros de una camada recién parida.
Los animales fueron rescatados y remitidos a otros albergues
Ante esta situación, más de tres asociaciones protectoras de animales se presentaron en el lugar de los hechos, y con el permiso de la dueña de la propiedad rompieron el candado de la puerta de la entrada para rescatar a los animales, los cuales fueron remitidos a diferentes albergues temporales, para su valoración y cuidado médico.
“Después nos encargaremos de encontrarles un hogar por medio de la adopción canina. Lo ideal es que fueran remitidos al Centro de Atención Animal municipal, pero como el ayuntamiento othonense aún no tiene habilitado este servicio, tendrán que ser cuidados por nosotros”, mencionó Rafael Rivero.
Pero cuando realizaban este movimiento llegó la profesora Nuria Aranz, quien reclamó el ingreso ilegal al domicilio que renta. Ante esta situación, fue necesaria la presencia policíaca aunque al final la inquilina accedió a que se llevaran a los animales y a entregar la propiedad de la casa.
De acuerdo con las organizaciones protectoras, no es la primera vez en que Nuria Aranz se ve involucrada en este tipo de hechos. Apenas este año fue denunciada por una casa que mantenía en condiciones similares en Arboledas, donde fueron rescatados otros 12 perros que vivían encerrados en el domicilio. También se sabe que renta otra vivienda para estos fines en La Herradura.
Rafael Rivero explicó que de proceder la denuncia penal en su contra por maltrato animal, sería acreedora a una pena de hasta 2 años de cárcel o una sanción económica que podría alcanzar los 200 mil pesos, de acuerdo a la Ley de Protección y Bienestar Animal.