Redacción/SIPSE

Cancún.- Los últimos ataques a personal administrativo y de custodios del Centro de Reinserción Social (Cereso) de Cancún ha originado incertidumbre y temor entre los trabajadores quienes temen por sus vidas porque los altos mandos no les garantizan su seguridad.

El personal atacado aparentemente ha sido escogido al azar, los asesinatos no son sólo contra los custodios, sino contra todo el personal: administrativos y operativos, señalaron trabajadores, quienes tiene temen por sus vidas.

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El elemento al que le dispararon en la tienda de Bodega Aurrera, que se localiza en el cruce de las avenidas Lakin y López Portillo y que posteriormente murió en un hospital, hace dos semanas, era personal de intendencia: hacía mandados y limpiaba las áreas del centro.

En tanto, el sujeto que asesinaron cerca del Cereso, el primero de mayo, era un agente de seguridad privada, pero se confundieron los sicarios, pues el ataque era contra un custodio. Familiares de la víctima dijeron a las autoridades que tenían algunos meses que habían llegado de Chiapas y que el occiso ni tomaba, ni se drogaba.

El personal del Cereso señaló que hay un custodio que utiliza una bicicleta como transporte y siempre toma la calle que sale a la avenida López Portillo.

Además el occiso vestía pantalón táctico, también botas, y una playera, portaba una mochila, posiblemente lo confundieron con un custodio, según una de las líneas que lleva la Policía Ministerial.

Trabajador del Cereso de Cancún salvó la vida el sábado

El sábado pasado un custodio se salvó de ser ejecutado en la Región 99, sobre la avenida Nichupte. Los casquillos quedaron regados en el pavimento. Ell se ocultó en una tienda de conveniencia, pero es el mismo que resultó lesionado cuando fue atacada una camioneta de traslados hace algunos meses, en el cruce de las avenidas 135 y Nichupte.

El elemento que fue asesinado la mañana del pasado lunes, frente a su menor hijo, en la Región 260, en el fraccionamiento Prado Norte, se dedicaba a elaborar las fichas biométricas, es decir, tomaba las fotografías a los de recién ingreso, huellas y datos generales, no tenía contacto con la población interna, de acuerdo a datos del personal.