Pese a que el promedio de captura de langosta es bueno, con alrededor de ocho toneladas en el primer mes de la temporada, los pescadores de la Cooperativa Pesquera de Cozumel sufren una caída de precios de 50%.

De acuerdo con datos proporcionados por José Ángel Canto Noh, el kilo de este crustáceo ronda actualmente en 600 pesos, en el mejor de los casos, cuando el año pasado era de mil pesos.

Las causas, según el líder de los cooperativistas, puede ser porque no hay demanda del producto internamente y el precio del dólar ha bajado. De manera oficial, la temporada de langosta en Quintana Roo inició en julio y finaliza en febrero de cada año.

La cuota de este recurso pesquero es de 25 toneladas de langosta viva y 15 toneladas de colas. La Sociedad Cooperativa de Producción Pesquera Cozumel es una de las 19 registradas en la entidad que observan la temporada de langosta y cumplen con las normas en cuanto al tamaño.

José Ángel Canto planteó que este año será muy difícil para los 48 miembros de su agrupación por qué el precio del producto está por los suelos y que de no ser porque ellos cuentan con infraestructura para almacenar lo capturado hasta más de una semana, la situación sería no mala, sino alarmante.

Otro aspecto que ha influido en la baja demanda y el desplome de los precios es que en la isla Cozumel no tienen mercado y que las grandes cadenas comerciales al conocer de la baja demanda, aprovechan la situación para ofrecer un precio menor. Esto sin contar con la oferta alterna que existe de pescadores ilegales que los superan casi en tres a uno.

Lamentó la ceguera de las autoridades que afirman que la llegada de turismo beneficia a todos, pero la realidad es que no hay demanda debido a que en los restaurantes locales un platillo en el que ingrediente principal es la langosta, se vende a precio de oro y muy pocos turistas tiene capacidad económica para costearlo.

Como se dio a conocer de manera oportuna en este medio de comunicación, la temporada de julio de 2022 a febrero de 2023 la captura quedó un 39% por debajo de la meta establecida que era de 44 toneladas, al cerrar con 27 mil kilos de este crustáceo.

En este período influyeron una combinación de fenómenos naturales e hidrometeorológicos que resultaron en la baja en el precio del mercado de hasta el 40% y actualmente es de un 50%.