Sara Cauich/SIPSE
TULUM, Q. Roo.- Terminar la construcción del camino y el equipamiento de embarcaciones piden los pescadores de Punta Allen. En ambos temas se tiene un gran rezago, apunta el líder de la cooperativa Vigía Chico, Manuel Mendoza Argáez, quien señala que se mantienen vigilantes para que la veda de langosta se respete a fin de permitir obtener una buena captura en la siguiente temporada.

La pesca de langosta  terminó en febrero pasado, produjo para los pescadores unas 81 toneladas del crustáceo, el doble de lo que se logró la temporada anterior, cuando extrajeron 40 toneladas. En la venta, dijo que el precio del dólar jugó un papel importante, ya que se cotizó a buen precio el ejemplar.

Sin embargo, los pescadores enfrentan el hecho de que los equipos y básicamente los motores, así como las propias embarcaciones, se encuentran en mal estado pero en este aspecto el precio del dólar les perjudica, porque se eleva el precio para adquirir una unidad de cuatro tiempos, que son los motores menos contaminación provocan. “No tenemos ningún tipo de apoyo en este aspecto, por lo que cada pescador debe solucionar su situación”, reiteró.

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Hace ocho años tuvieron apoyo para renovar motores y embarcaciones, pero en cuatro años un motor pierde su vida útil, por ello los pescadores tienen que buscar la forma de cambiar los equipos que ya muestran estragos del uso. “Un motor de embarcación, vale más que un coche compacto”, dijo.

Los pescadores emplean este equipo tanto para la pesca como para el turismo, por los que adquieren los motores de dos tiempos tradicionales a pesar de que son los más contaminantes.

Ninguna autoridad presta ayuda económica para reemplazar los motores, incluso la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas solo colabora en la organización de comités de vigilancia para que las actividades en la reserva no se excedan en nada.

Dentro de la organización que representa, dijo que hay unos 70 socios, que se encuentran regulados, sin embargo, fuera hay pecadores que disponen de autorización de la capitanía de puerto para llevar a cabo actividades en la reserva, y estos representan una competencia y un riesgo porque no respetan las temporadas de pesca.

Los comités de vigilancia trabajan, pueden tomar la foto como evidencia de algo que están haciendo mal, pero no pueden detener a nadie que incurre en algún delito ambiental. Esto le corresponde a las autoridades de Conapesca a la cual le entrega la evidencia la Conanp, sin ningún resultado. “Hay desorden, muchas lanchas que no tienen permiso ni de turismo ni de pesca, solo las autorizaciones de la Capitanía de Puerto y son libres de trabajar tanto turismo como pesca”, expresó Mendoza Argáez.