Redacción/SIPSE
PLAYA DEL CARMEN, Q. Roo.- En septiembre de 2016, dos ciclistas de fondo fueron atropellados por una camioneta a la altura del hotel Iberostar Playa Paraíso, mientras entrenaban en el acotamiento de la carretera federal. Su muerte conmocionó a la comunidad solidarense.

El resultado oficial del peritaje realizado por la autoridad federal determinó que los ciclistas fueron responsables de su propia muerte.

A casos como el de esas dos personas, se suman los accidentes que sufren aquellos que conducen una bicicleta en las áreas urbanas de Solidaridad.

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Como en otras ciudades de Quintana Roo, la movilidad urbana en este municipio ha sido planeada en función del automóvil, lo que ha generado problemas ambientales y de equidad. En el municipio circulan unos 80 mil vehículos motorizados, según registros del sistema de reemplacamiento del Gobierno del Estado.

Esto no considera los cerca de dos mil 300 autos arrendados que circulan diariamente en la zona de Playa del Carmen, más los autos con placas de otras entidades.

Según algunos estudios de movilidad, andan en la zona turística un promedio de (Carretera Federal- Zona Marítima y Avenida CTM y Avenida Juárez de Playa del Carmen), 15 mil 180 vehículos por hora (número promedio contemplando temporada alta/baja, de 8 am a 10 pm).

  (Infografía: Alexis Robles)

El Plan Municipal de Desarrollo 2016-2018, resalta que en las consultas a la ciudadanía, el tema recurrente es el de la movilidad en el transporte público, el cual los ciudadanos consideran insuficiente y deficiente.

De las principales irregularidades, dicho plan establece que “no existe un control y un padrón confiable sobre las unidades y las compañías de transporte de personal; de 48 rutas (20 de TUCSA y 28 de combis), cinco de ellas no están en operación; los trabajadores en diversos fraccionamientos padecen la limitación de horarios de servicio de las unidades de transporte de personal; existen paraderos subutilizados, destruidos e improvisados como estacionamientos para vehículos particulares; prevalece la indisciplina e irresponsabilidad en la prestación de servicios y la conducción de vehículos por parte de los operadores de transporte público".

Un diagnóstico del estudio Planes Integrales de Movilidad, apoyado por la embajada británica en México, señala: “Los viajes en automóvil sólo representan entre el 20% y el 30% de los viajes urbanos (ONU-HABITAT, 2011) y se les asigna en promedio 66% del gasto público de transporte (Garduño, 2012).

Mientras tanto, el resto de la población debe de enfrentarse a servicios de transporte público deficientes y a la inexistencia de infraestructura para el uso de la bicicleta”.