Lo que nos faltaba a estas alturas: un elemento de la Policía Municipal Preventiva capitalina es acusado de violar a una jovencita en el bulevar Bahía, en las cercanías de la Universidad de Quintana Roo (Uqroo). Se trata de una agresión inaudita que debe ser castigada con todo el rigor de la ley, y que deja muy mal parada a una corporación que se ha ido denigrando con el paso de los años, hasta ser convertida en un área nada confiable, temible no precisamente por los malos de la película.

Condenable que esta corporación capitalina gane las primeras planas por actos bestiales de uno de sus elementos que manchan a toda la Policía Preventiva, generando justificada desconfianza de los chetumaleños y turistas que decidan recorrer nuestro bulevar cuando el sol se oculta.

La pareja fue sorprendida por este par de malhechores en las cercanías de la Uqroo. Uno de los uniformados cedió a sus bajos instintos, consumando el acto de violación. 

Y mientras un policía violaba a la jovencita, otro tundía al novio para robar de inmediato pertenencias de la pareja, en uno de los casos más aberrantes de los que se tenga memoria en la capital del estado.

Para empezar, presenciamos la degradación moral de los encargados de proteger a la sociedad de los delincuentes, ya que son mucho más peligrosos que ellos por estar blindados con uniforme de policías. 

También es necesario que se revisen a conciencia los lineamientos que avalan la contratación de los elementos, ya que no debemos descartar que se hayan flexibilizado los controles para cerrar el paso a la escoria.

El Procurador de Justicia del Estado, Gaspar Armando García Torres, está obligado a proceder con contundencia para que en caso de que se confirme la agresión el violador permanezca 50 años en prisión, aunque no debemos descartar la posibilidad de que sea dejado en libertad dentro de tres años por buena conducta, como ha ocurrido con otro tipo de chacales sin uniforme.

Un caso que dejó mal parada a la Policía Municipal de Cancún fue el de una niña de 11 años que fue presentada ante los medios de comunicación que ya tenían su “narco niña”.

Se trata de una menor de edad que distribuía marihuana y crack, y que en forma por demás irresponsable fue exhibida ante los medios de comunicación, sin que los mandos de la  corporación hayan tenido una insinuación de sentido común, ya que su acción fue sin duda un delito mucho mayor, comprensible si acaso en una policía de patas rajadas.

Aguas cuando en un día de estos exhiban a un narco bebé, presumiéndolo como valioso trofeo y sin ser capaces de comprender la magnitud del delito que cometen, aunque no por ello dejan de ser culpables.

Como están las cosas, Gaspar Armando García Torres debe desempeñarse a la vez como Ombudsman y Procurador de Justicia.

Lo hizo Marybel Villegas

Marybel Villegas Canché renunció al PAN, para ir en total libertad en busca de su camino. Como ya sabemos, el PAN con tal de no poner en riesgo su alianza con el PRD aceptó dejarle a este partido el campo libre para que designe candidato a la alcaldía de Cancún.

Todo esto pese a que Marybel Villegas acumula una intención del voto nada despreciable y que puede poner en aprietos a la coalición uterina que encabezará el PRD, contando con un acompañante de primera línea, como lo es el PAN.

La naciente coalición encabezada por el PRD no debe incurrir en el pecado de soberbia, ya que desechar a los elementos con mayor potencial puede dar alas a su adversario. Los panistas deben recordar el caso de Ana Rosa Payán Cervera, quien pudo ser su candidata a la gubernatura de Yucatán, preservando a su partido en el poder.

Los primeros movimientos del ajedrez deciden la batalla. Y en este caso Marybel Villegas vale mucho, al igual que Alejandro Luna López, yerno de Gregorio “Greg” Sánchez Martínez.