Hombres de la zona maya en Felipe Carrillo Puerto no previenen problemas en la próstata, por su hombría y pudor, le temen al tacto rectal como un método eficaz para prevenir el cáncer.

Roberto Perea Flores Jefe de la Jurisdicción Sanitaria Número Tres en el municipio, expuso que, aunque por el momento se descarte personas con ese padecimiento, se estima que, por cada 10 hombres, menos el 20% acude al urólogo para los fines correspondientes y realizarse la prueba prostática.

“Es muy baja la intención de los hombres en realizarse las pruebas correspondientes, los que acuden, no es preventiva, sino porque realmente es porque ya están pasando por una situación, alguna problemática o enfermedad, cuando debería ser lo contrario, no cuando están con alguna problemática”.

Informó que las atenciones que se han brindado, aunque no especificó de cuantos, no son de cáncer, sino se deben al incremento prostático que los hombres presentan en el transcurso de su desarrollo humano y podría contraer infecciones en la vejiga y reducción de la función renal.

Por ‘hombría y pudor’ quintanarroenses temen al tacto rectal de próstata / (Foto: Sipse)

Agregó que las personas detectadas con esos síntomas se les ha descartado completamente de contraer algún cáncer, asegurando que fueron canalizados en un tratamiento médico para ser controlado y con ello, ofrecer una mejora en su salud, delimitadamente en la función de su miembro.

Dijo que para poder ser considerado como un cáncer se lleva un estudio amplió, el cuál inicia desde el tamizaje, una vez detectada, posteriormente se realizan dos pruebas para corroborar; el tacto rectal para verificar si existe un crecimiento propiamente y el análisis del antígeno prostático a través de la sangre.

Síntomas del cáncer de próstata

Aseguró que los síntomas más comunes del cáncer de próstata incluyen la frecuencia en la micción, micción nocturna, dificultad para vaciar la vejiga, dolor o ardor al orinar, y la presencia de sangre en la orina o semen.

Los factores de riesgo asociados con esta enfermedad son la edad avanzada, antecedentes familiares, una dieta alta en grasas y productos lácteos, consumo de bebidas alcohólicas, así como el sobrepeso, la obesidad y el sedentarismo.