El Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) pospuso la emisión del fallo de licitación para el Tramo 5 del Tren Maya, que correrá de Cancún a Tulum, con el objetivo de “profundizar en el análisis de la propuesta”.

En un comunicado, la dependencia informó que el “resultado” previsto para este lunes será aplazado hasta el próximo 8 de septiembre. Sin embargo, el resultado será favorable para el consorcio liderado por la multinacional Blackrock, del que también forma parte Grupo Prodemex, propiedad de Olegario Vásquez Aldir, asesor de Andrés Manuel López Obrador. A menos que se declare “desierta” la licitación pública.

Blackrock llevaba la ventaja desde el principio para quedarse con el proyecto, razón por la cual se atribuyó nula participación por parte del resto de las constructoras interesadas.

La ventaja se debe a la presentación de una Propuesta No Solicitada para un proyecto ferroviario desde 2017 en el tramo Cancún-Tulum, mismo que fue retomado por Fonatur para la planeación del Tren Maya.

Al ser una idea y un proyecto trabajado de inicio por Blakrock, ello le daba puntos extra a la hora de la evaluación de la licitación, informó en su momento Rogelio Jiménez Pons, director general del Fonatur.

“Fonatur está comprometido con la legalidad en sus procedimientos de contratación. El proceso es acompañado por la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (UNOPS), quien brinda asistencia técnica para garantizar el cumplimiento de los mejores estándares y las buenas prácticas internacionales en temas de gestión, licitaciones e infraestructura”, expuso la dependencia en su comunicado.

Además de la UNOPS, se contrató a la Academia Mexicana de Contrataciones Públicas como “testigo social”, para vigilar el proceso.

Blackrock es considerada la compañía de gestión de inversiones más grande del mundo, con sede en Estados Unidos.

En tanto, Prodemex, de Vázquez Aldir, ha sido una de las constructoras más favorecidas por el Gobierno. Esta compañía tenía el contrato para la construcción de la pista 3 del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM), mismo que fue cancelado a la llegada de López Obrador.

También participaba en el consorcio que ganó la construcción de la terminal, por más de 80 mil millones de pesos, junto con otras empresas que ya han sido favorecidas con tramos del Tren Maya, como CICSA en el tramo 2 e ICA en el tramo 4.