Producción de caña en Quintana Roo sufre su peor época

La escasez de mano de obra, el cambio climático, entre otros casos, son las principales causas del desplome en esta industria.

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Producción de caña en Quintana Roo sufre su peor época. (Carlos Castillo/SIPSE)
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La producción de azúcar en Quintana Roo enfrenta uno de sus peores momentos. La cosecha registra un rezago de más de 180 mil toneladas de caña.

La escasez de mano de obra, el cambio climático, la floración prematura y el aumento en costos de producción e insumos son las principales causas del desplome en esta industria agropecuaria.

Benjamín Gutiérrez Reyes, presidente de la Asociación Local de Productores de Caña de Azúcar, asegura que la afectación económica supera ya los 150 millones de pesos porque, además, el rendimiento de azúcar por tonelada de caña no ha sido la esperada.

La zafra 2022-2023, la cataloga como una de las peores en la historia de la caña de azúcar en Quintana Roo. En 90 días solo se han logrado 600 mil toneladas de caña, de un millón 900 mil programadas. La fecha límite es el 30 de mayo de 2023.

El cambio climático ha provocado, además del retraso en la cosecha, un retroceso en el estimado, que ya se vino abajo, y posiblemente solo haya en campo cerca de un millón 700 mil toneladas, debido al bajo rendimiento que están presentando las parcelas de caña de azúcar, por exceso de lluvia que se presentó antes y después del inicio de la cosecha el pasado 10 de noviembre que impidieron el buen desarrollo de la vara”, explica.

La situación se complica ante la falta de mano de obra. De los 2 mil 800 cortadores que contrataron en un principio solo quedan alrededor de mil 500.

Muchos desertaron para trabajar en los diversos tramos de Tren Maya, porque reciben mayor remuneración, por menos horas de trabajo.

“Se les paga, lo más que se puede, 60 pesos la tonelada, aparte 10 pesos al final de la zafra y si rebasan las 700 toneladas durante la cosecha se le bonifica 10 pesos más, esto con la finalidad de retenerlos, pero no es suficiente”, comenta.

Evaristo Gómez Díaz, presidente de la Unión Local de Productores de Caña de Azúcar (ULPCA), confía en la pronta reacción de las autoridades estatales, que encabeza la nueva gobernadora Mara Lezama, además de la federación a cargo de Andrés Manuel López Obrador.

Afirma que la situación es complicada desde mediados del año pasado. Por el aumento en el precio de los insumos, muchos productores ya no invirtieron en fertilizantes.

Actualmente el precio de los combustibles es algo que los “ahorca”, cada día más, sobre todo porque las condiciones de suelo provocan que la maquinaria realice mayores maniobras.

Para compensar escasa mano de obra se ha tratado de implementar la cosecha mecanizada, pero desde hace mucho tiempo no reciben apoyo de maquinaria.

A esto suma, las condiciones de los caminos sacan cosecha que están completamente destruidos. Los productores desembolsan recursos propios para poder repararlos con el fin de tratar que la gramínea llegue a la fábrica de azúcar.

Según las estimaciones, no se ha podido lo convenido con el ingenio San Rafael de Pucté. El compromiso son nueve mil 800 toneladas diarias, pero únicamente se entregan entre seis mil y siete mil toneladas al día.

Estas condiciones han llevado a que los integrantes del Comité de Producción y Calidad Cañera realicen vigilancia en campo para supervisar el corte y lograr que el KARBE (Kilogramo de Azúcar Recuperable Base Estándar) incremente.

A la fecha apenas han alcanzado 96.400 puntos debido a las lluvias. La zafra 2021-2022 cerró con un KARBE de 113.204. Este año ven muy difícil lograr las mismas cifras. Temen que la mayoría de los tres mil productores terminen la zafra en número rojos.

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