Carlos Castillo/SIPSE
RÍO HONDO, Q. Roo.- Más de 100 productores de caña de azúcar tomaron las instalaciones del Ingenio San Rafael de Pucté, en la ribera del río Hondo, para protestar contra el pago en parcialidad de la liquidación final por parte de los industriales.

En punto de las 5 de la mañana, empezaron a llegar los cañeros para bloquear el acceso principal del ingenio, evitando con ello el ingreso de 270 obreros que están reparando la maquinaria para la próxima zafra, así como personal administrativo.

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Benjamín Gutiérrez Reyes y Evaristo Gómez Díaz, líder de la Asociación Local y de la Unión Local de Productores de Caña de la ribera del río Hondo, respectivamente, encabezaron el movimiento.

La inconformidad es porque el Ingenio perteneciente al Grupo Beta San Miguel, les quiere condicionar el pago de la liquidación final a partir del 27 de agosto en parcialidades de nueve semanas, violentando la ley cañera que establece como máximo 30 días para el pago en una sola exhibición.

Los líderes expresaron que no bajarán la guardia y amenazaron con cortarle a la fábrica el suministro de energía eléctrica y agua.

En su intervención, Benjamín Gutiérrez Reyes, líder de la Asociación Local de Caña de Azúcar, aseguró que cada año el ingenio obra para afectar al productor cañero, y los quiere tratar como sus empleados cuando realmente son socios comerciales.

Señaló que no están dispuestos a ser condicionados, mucho menos a que les sigan jineteando sus recursos como les plazca, por lo que permanecerán en huelga indefinidamente y llegarán hasta las últimas consecuencias.

Evaristo Gómez Díaz, líder de la Unión Local de Productores, aseguró que la Ley de Desarrollo Sustentable de la Caña de Azúcar establece lineamientos que se deben de respetar por ambas partes; sin embargo, la industria no lo está haciendo.

“Al mes deben de liquidar la caña de azúcar, vamos a pedir que ahora se nos pague los intereses por nuestros recursos que no nos quieren dar”, comentó.

Recordó que a principios de enero los mismos industriales querían dar un golpe bajo a los productores reportando precios simulados de 400 pesos el bulto de azúcar, por lo que con la anuencia del dirigente nacional Daniel Pérez Valdéz se tomaron las bodegas del ingenio junto con las de todo el país, logrando que se establezca el precio del bulto en 700 pesos.