Las lluvias que inundaron los campos de caña, paralizaron actividades de cosecha, dejando al menos cinco mil toneladas de la vara en campo, entre cortadas y quemadas, equivalente a casi cinco millones de pesos en pérdidas.

Evaristo Gómez Díaz, presidente de la Asociación Local de Productores de Caña, dijo que, por las lluvias, la quema, el corte y levante de caña de azúcar se suspendió, al igual que la molienda en la fábrica del Ingenio San Rafael de Pucté, a falta de materia prima.

De acuerdo con el entrevistado, cortar y meter caña en estos momentos, representa una disminución en el Karbe, y los industriales se niegan a mantenerlo en 113. El Karbe se refiere a los Kilogramos de Azúcar Recuperables Base Estándar que pueden obtenerse por cada tonelada de caña de azúcar.

“Tuvimos reunión de Comité de Producción y Calidad Cañera, y los industriales quieren que se coseche en estas condiciones con lodo y agua, pero sin mantener el karbe, por eso vamos a esperar hasta el 10 de junio que es el acuerdo que se tiene para cerrar el karbe, y de ahí cosechar sin tener afectaciones, ya que del karbe dependen los ingresos de los productores”, explicó.

La ley protege a productores ante las pérdidas

En cuanto a las pérdidas que se tengan por la caña de azúcar que se queda en campo, dijo están protegidos por la ley de Desarrollo Sustentable de la Caña de Azúcar, que establece que, por causas naturales, como lluvias, las pérdidas se dividirán en 3 partes; los productores, el Comité de Producción y Calidad Cañera y la industria, pagándose estimaciones de la producción al productor.

“Actualmente hay en campo aproximadamente 200 mil toneladas de caña, pero hay la voluntad v de todos de cosecharla, por lo que hago un llamado a los productores de caña, para que no se desesperen, vamos a cumplir con el compromiso de ninguna caña más se quede sin cosechar”, refirió el líder cañero.

Gómez Díaz, dijo que, éste retraso provocará que, la zafra se prolongue hasta el mes de julio, ya que queda caña para cosechar al menos durante 30 días más, siempre y cuando las condiciones climatológicas así lo permitan.

Finalmente, dijo que por lo pronto los productores realizan trabajos con maquinaria y manualmente para sacar el agua de las parcelas inundadas, tanto las que no se han cosechado como las que ya lo hicieron, con el fin de no tener pérdidas permanentes por la muerte de la sepa de caña de azúcar.