CHETUMAL, Q. Roo.- La dirección del Área Natural Protegida Banco Chinchorro, donde se encuentran los últimos arrecifes en buen estado de conservación en la entidad, ha negado el incremento de las actividades turísticas en el sitio, a fin de evitar el impacto antropogénico en la zona. 

Fernando Orozco Ojeda, director de la Reserva de la Biosfera Banco Chinchorro, indicó que la capacidad de carga del sitio es de 150 personas por día, para lo cual únicamente 11 embarcaciones tienen permiso de acceso. 

Refirió que, desde meses atrás, empresas interesadas en realizar tours en la zona ubicada a 9 kilómetros de Xcalak han ingresado sus solicitudes ante la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas, pero todas han sido rechazadas, pues su aprobación, dijo, rebasaría los límites permisibles. 

Banco Chinchorro es el único sitio de arrecifes en el Caribe mexicano que no fue devastado por el brote de Síndrome Blanco, una especie de “lepra” que desprendía el tejido vivo de los corales hasta matarlos por completo en cuestión de semanas. 

Ante el brote mayor de esta enfermedad coralina, las colonias que son más vulnerables son, justamente, aquellas donde la enfermedad no llegó, como es el caso de Chinchorro, expone Lorenzo Álvarez Filip, investigador del Laboratorio de Biodiversidad y Conservación Arrecifal de la UNAM en Puerto Morelos. 

El director de la Reserva de Banco Chinchorro indicó que una de las teorías más aceptadas que se tiene sobre la enfermedad es que está directamente ligada a la contaminación del agua, provocada por el desarrollo costero. 

Banco Chinchorro, al ser la barrera de arrecifes más alejada de la costa, es la única que se mantuvo a salvo y, ante ello, se toman medidas para que la actividad humana no genere impactos ni desequilibrio ambiental en este lugar. “Es un sitio que tiene una capacidad de carga muy limitada en su programa de manejo”, dijo.