Preparan programa de consumo sustentable de mariscos en el Caribe

Para el 2017 se espera lograr mayor certificación de especies marinas para su consumo como la langosta.

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La langosta es una de las especies certificada para consumo sustentable lo que restringe la actividad de pesca. (Contexto/Internet)
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Itzel Chan/SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- Para el 2017, la región que comprende el Sistema Arrecifal Mesoamericano (SAM) proyecta contar con un programa de consumo sustentable de mariscos a través de la certificación de especies que se producen en el Caribe mexicano.

Honduras, Guatemala, Belice y México son los países que integran el SAM, y en cada uno de ellos, miembros de asociaciones civiles ambientales desarrollan estrategias con la finalidad de conseguir que especies marinas sean certificadas para el consumo.

“De las especies que tenemos en Quintana Roo hay algunas que están más cerca de ser consideradas como parte del programa de pesca responsable, la langosta es una de ellas hasta ahora”, describió Luis Bourillón Moreno, coordinador de extensión y vinculación de la asociación Comunidad y Biodiversidad (COBI) y coordinador ejecutivo de la Alianza Kanan Kay.

Certificación Marine Stewardship Council

Se trata de la marca quintanarroense Chakay, la cual se convirtió en la primera en México y la tercera a nivel mundial en obtener la certificación Marine Stewardship Council (MSC).

Así como esta marca, hay otras pesquerías que tienen la posibilidad de lograrlo, aunque el reto principal para certificar peces se debe a que estos organismos son muy dinámicos, es decir, la conectividad entre océanos es directa y se mueven de un sitio a otro con rapidez.

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Sin embargo, hay especies residentes, como son los meros, pargos y chac chi; en el caso de moluscos, se ubican el pulpo, caracol y almejas.

“El caracol, con un buen manejo, es una pesquería que pudiera ser sustentable, el problema es que hay mucha pesca furtiva y el mercado negro es grande, entonces habría que controlar la pesquería”, especificó Bourillón Moreno.

Para certificar pesquerías ante MSC, es necesario elegir especies que se reproduzcan con rapidez, pues la intención es tener productividad frecuente que represente ganancia económica bajo bandera de sustentabilidad, como las langostas que se protegen con casitas cubanas.

Certificación voluntaria

La ecoetiqueta azul del MSC en los productos marinos da la garantía de que provienen de una pesquería sostenible certificada.

Hasta el momento, acceder a esta certificación es un proceso voluntario, así que son las cooperativas pesqueras las que deciden si tramitan la certificación o no, porque la etiqueta da un beneficio social y si el mercado lo demanda, se trata de un beneficio económico también.

“Esta estrategia es una de las recomendaciones que tenemos en nuestro reporte del estado de salud del SAM. La idea es generar varias pesquerías sustentables como hasta el momento se ha hecho con la langosta”, describió Marisol Rueda Flores, miembro de la Asociación Arrecifes Saludables.

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