Verónica Fajardo/SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- Hugo Guillermo González Reyes, quien es secretario de acción política de la Unión General de Obreros y Campesinos de México (Ugocm), organización política, informó que como ciudadano metió un amparo ante el Juzgado Quinto de Distrito en el Estado de Quintana Roo para que esta autoridad suspenda las obras de la construcción del Hotel Solaris en Playa Delfines: los tres niveles de gobierno violan las leyes de equilibrio ecológico, el código penal en materia ambiental y daño social que afecta a la población y al turismo por ser el único espacio de recreación libre.

En la defensa de evitar la edificación de este hotel, 10 abogados utilizarán todos los recursos legales para evitar la privatización de la última playa pública que le queda a Cancún, señaló González Reyes.

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El primer recurso legal –dijo- es el amparo sustentado en la violación de diversos artículos de la Constitución Mexicana, en la Ley General de Equilibrio Ecológico y la Protección al Medio Ambiente, al Código Penal en materia ambiental, además de la violación que ha cometido el Ayuntamiento al otorgar usos de suelo y licencias de construcción.

En la Ley General de Equilibrio Ecológico y la Protección al Medio Ambiente existe un “daño hacia la flora y la fauna como es el caso de la tortuga marina y aunque los dueños del proyecto señalen que compraron hace años, “están en su derecho de defenderse, pero los ciudadanos también cuentan con una legitimidad”.

El amparo señala a las autoridades responsables como la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) delegación Quintana Roo, al secretario municipal de Desarrollo Urbano y Ecología del ayuntamiento de Benito Juárez, Javier Subirat Padilla; al director de Licencias de Construcción, Jorge Federico Hammeken Arana; estos funcionarios autorizaron las licencias de construcción de 18 mil metros cuadrado del Hotel Solaris.

La construcción ubicada en un área de anidación ha causado la muerte de varias crías marinas; el nido que quedó atrapado causó la muerte de tortugas marinas, que desde 1990 está la ley ambiental internacional protege a tres especies de quelonios: Lora, Carey y Laud que están en peligro de extinción y utilizan las dunas de Playa Delfines para depositar sus huevos.