Q. Roo: Se pierde 98% del tejido de corales por cambio climático y contaminación
Tras detectar una nueva enfermedad que afecta a los corales, especialistas buscan cambiar su determinación como 'Enfermedad de la pérdida de tejido'.
Fragmentos y pigmentos de colores de diversas especies de coral de Quintana Roo se perdieron hasta en un 98% este 2023, debido a la contaminación humana y el cambio climático, pero el atípico calor fue un factor principal.
Claudia Padilla Souza, investigadora titular del Centro Regional de Investigación Acuícola y Pesquera (Criap) de Puerto Morelos, señaló que para este año se registra la pérdida de los componentes mencionados en la especie de coral pilar en un 98%, seguido del tipo laberinto, desprovisto en un 94%.
Asimismo, el coral flor suave perdió hasta el 79% de su tejido, y después están las especies Cerebro de Valles Amplios, con el 76%; el cerebro simétrico, con el 49%; y el gran coral estrella, el coral estrella, y el coral estrellita, que ya no cuentan con un 28, 27, y 22 por ciento, respectivamente, de su estructura.
“A partir del 2018 se presentó una nueva enfermedad, que se le llamó primero Síndrome Blanco, y ahora queremos cambiar el nombre a la Enfermedad de la Pérdida de Tejido”, comentó.
Según información brindada por la investigadora, esta enfermedad afecta al menos a 30 de las más de 45 especies de coral en Quintana Roo, puede matar corales en semanas, pero no se sabe cuál es el agente infeccioso que la origina.
Además, las acciones del ser humano arreciaron la degradación de las colonias coralinas, como el desarrollo costero, por el crecimiento de la población en zonas costeras; la contaminación, como de aguas negras; los encallamientos, que dañan las estructuras arrecifales; y la sobreutilización del ecosistema.
Otros factores del cambio climático se contemplan, como el incremento del nivel medio del mar; la acidificación del océano, las tormentas mayores y más frecuentes, y el incremento de la temperatura. Estas circunstancias también han degradado los corales, y les ha dado menos tiempo de recuperación.
Recurren a proyectos de acuacultura para producir nuevos corales
Para producir nuevas colonias de corales, Padilla Souza explicó que el Instituto Nacional de Pesca (Inapesca), usa proyectos de acuacultura para producir más ejemplares al menor costo posible.
El primero es un proyecto de propagación clonal, que consiste en tomar un fragmento de un coral de una colonia ya existente sin afectarla, para sembrarlo en un espacio controlado, y este pedazo tiene la capacidad de desarrollar nuevas colonias.
Esto se usa para crear nuevas colonias en el mar o reabastecer viveros.
La especialista destacó que se tiene un vivero marino en el Parque Nacional de Isla Contoy, y un laboratorio para producir microfragmentos de coral y realizar procesos más complejos de reproducción.
Con estos trabajos se logró del 2012 al 2016 recuperar la cobertura de coral en cuatro sitios del estado, como en el Arrecife Cuevones, que tuvo una mejora de 14%.
También, se acordó un proyecto entre el Inapesca y el Gobierno de Quintana Roo para sembrar 265 mil corales del 2017 al 2022. Del 2017 al 2019 se produjeron 48 mil 040 corales y se sembraron 24 mil 396, pero con la pandemia del Covid 19 el proyecto se detuvo.
Finalmente, Padilla Souza resaltó que los arrecifes de coral brindan bienes y servicios como la protección costera, que permite que existan desarrollos y actividades de una manera mucho más tranquila que en sitios en donde no existe el arrecife coralino.
También producen sedimentos que provienen de los arrecifes y organismos que ahí viven, que se degradan con el tiempo, y con eso forman la arena. Son ecosistemas que contribuyen a la captura de carbono, se asocia con el manejo de las pesquerías al ser el hábitat de recursos de gran valor comercial, y son un atractivo turístico.