No hay ley que las detenga: siguen corridas de toros y peleas de gallos en Q. Roo
Aunque la Ley de Bienestar las prohíbe hace 5 años, los toros y gallos siguen siendo actividades en ferias populares.
Comunidades rurales de José María Morelos, Othón P. Blanco, Bacalar, Felipe Carrillo Puerto, Tulum y Lázaro Cárdenas, continúan realizando corridas de toros y peleas de gallos en completa ilegalidad, pues desde hace cinco años se encuentran prohibidas en la entidad.
En diciembre, por ejemplo, se realizaron nueve ferias y fiestas patronales en las que se organizaron este tipo de eventos, a pesar de que la Ley de Bienestar Animal las ha restringido de manera tajante.
“Son tradiciones que nuestros antepasados mayas practicaban y que la gente disfrutaba mucho”, señaló Francisco Piña, comisariado ejidal de El Naranjal, en José María Morelos, quien expone que durante estos años han evadido a las autoridades ambientales gracias a la permisividad de los gobiernos municipales.
Cada presidente o alcalde sabe que ésta es parte de nuestra cultura, y por eso nos dan el permiso restringido. No sólo se trata de una forma de entretenimiento, sino de un estilo de vida y un sustento para más de 500 familias de esta región”,
explicó.
Citó que junto con la Asociación de Galleros de Quintana Roo, buscarán en el siguiente periodo ordinario de Sesiones del Congreso local, un acercamiento con los diputados para eliminar de la ley la prohibición de las corridas de toros y enfrentamientos de aves.
De acuerdo a la información de transparencia de la Procuraduría de Protección Animal, desde su entrada en vigor sólo se han clausurado seis ferias donde se realizan este tipo de eventos, un número mucho menor al que se realiza en tan sólo un mes.
Sin embargo, Luisa Catalejo Canul, de la organización Animal-Life Quintana Roo, expuso que contrario a lo que han intentado hacer creer los promotores de estas actividades, no forman parte de la cultura local.
“A la entidad llegaron las corridas en la década de 1980, junto con los ejidatarios provenientes del norte del país. De hecho, en México antes de la conquista ni siquiera existían los toros: llegaron aparte de 1521 junto con los españoles, pero no fue sino hasta 60 años que se arraigó en esta región”,
declaró la también antropóloga.
Advirtió que si los seguidores de la tauromaquia intentan modificar la ley de bienestar animal, también las diversas asociaciones protectoras de animales se van a movilizar para impedirlo.