Qué esperar del proceso electoral
Los consejeros del Instituto Electoral de Quintana Roo (Ieqroo) se “lavaron las manos” del proceso...
Los consejeros del Instituto Electoral de Quintana Roo (Ieqroo) se “lavaron las manos” del proceso electoral 2021-2022, que inició el 7 de enero, y prácticamente le echaron la culpa a los diputados de lo mal que pudiera salir debido al recorte aprobado a su presupuesto para este año.
Así, más con lamentaciones por la reducción presupuestal que con estrategias claras para promover el voto, inicia en Quintana Roo uno de los procesos más importantes para la vida del estado, pues se elegirá ni más ni menos que al nuevo gobernador y a los diputados del Congreso del Estado.
“La democracia es cara, pero es preferible pagar ese precio a tener otro sistema con tintes autoritarios”, declaró la presidente del Ieqroo, Mayra San Román Carrillo Medina, al iniciar su discurso inaugural del proceso 2021-2022.
Un mensaje claro y directo a los diputados de la XVI Legislatura, un reclamo, pero también una advertencia de que se atengan a las consecuencias de haberles restado 60 millones de pesos al presupuesto de 470 millones que solicitaron desde finales del año recién concluido.
Para empezar, la consejera presidente dijo que sus trabajadores deberán realizar un “esfuerzo triple” para sacar adelante el proceso electoral, pero, ¿No acaso a los funcionarios del Ieqroo se les paga para eso? ¿No se supone que están dedicados al 100% a ello?
Cuando no hay elecciones descasan también el triple y nadie les descuenta por no hacer nada, más que dedicarse a organizar y asistir a cursos, talleres, conversatorios, diplomados que al fin de cuentas sólo benefician a ellos y a sus curriculum.
Otro de los consejeros electorales que se quejaron del recorte presupuestal, justo en la sesión solemne inaugural del proceso electoral, fue Adrián Sauri Manzanilla, quien secundó a la consejera presidente, y recriminó a los diputados el presupuesto aprobado.
A decir de Sauri Manzanilla, la compra de gel antibacterial, desinfectante, termómetros, caretas y la colocación de más casillas receptoras del voto cuesta 60 millones de pesos, derivado de la pandemia de Covid-19, pero con el recorte, tendrán que ver cómo arreglárselas.
No se vale que para la autoridad electoral de Quintana Roo la prioridad sea el dinero. Los diputados locales usaron esos 60 millones de pesos para darle mejor uso en beneficio de los quintanarroenses, pues lo distribuyeron en rubros más importantes como la salud, desarrollo social y el campo; aun así, los consejeros electorales siguen molestos, claro, porque ellos tienen atención médica de primer nivel.
El estado les paga, y les paga muy, pero muy bien a los consejeros electorales para que se encarguen de organizar bien las elecciones locales, para que los quintanarroenses únicamente se concentren en elegir al candidato o candidata que los habrá de gobernar, y votar por quienes modifican o proponen leyes en beneficio del estado.
¿Puede bajar aún más la participación ciudadana, por un faltante de 60 millones de pesos en el presupuesto del Ieqroo?