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Las altas temperaturas pueden estimular el cerebro, incrementar la libido o generar cambios de humor. (Contexto/Internet)
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Redacción/SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- Además de ser un pretexto para visitar las playas, el calor puede llegar a producir apatía, impaciencia y ansiedad, o estimular el funcionamiento del cerebro, debido a que influye directamente en el hipotálamo, encargado de equilibrar la temperatura interna, y en la producción de la serotonina, responsable de modificar los estados de ánimo.

Hace medio siglo, los científicos descubrieron que la luz solar afecta la actividad de la serotonina, un neurotransmisor producido por la hipófisis, responsable de moldear nuestros estados de ánimo, explica en un artículo Juan Scaliter en la revista Quo.

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“También acentúa la impulsividad, ya que crea actos que no se controlan, como si la libertad de las personas se inhibiera: unos se vuelven impulsivos, otros apáticos. En los primeros, este impulso se transforma en violencia”, explica Alonso Fernández, Dr. Honoris Causa de la Universidad de Oporto, Portugal.

Lo positivo.-  Cuando la temperatura exterior no sobrepasa la interna, se podría decir que el cerebro funciona en su estado ideal. La luz solar, al entrar en la retina, estimula la producción de serotonina y dopamina; y mientras la primera incrementa nuestro buen humor, la dopamina es la hormona encargada de estimular la libido. De ahí que el verano sea... estimulante. 

Lo negativo.- Nuestro cerebro tiene un margen de temperatura muy estrecho en el cual es “operativo”: entre 35 y 40 grados centígrados trabaja de modo adecuado. Por encima de esta temperatura, las enzimas que produce no trabajan adecuadamente. De hecho, no hacen nada en absoluto y el organismo entra en un caos interno cada vez más difícil de revertir.

Factores adicionales

Por si fuera poco el calor nunca viene solo y a veces lo hace mal acompañado, ya sea por la humedad, por la lluvia o por el viento. Es¬tos factores contribuyen a aumentar los efectos nocivos del  calor o, en algunos casos como el de la lluvia, son eficaces barreras contra las altas temperaturas.

  • Humedad.-  Los días con alto índice de humedad llevan al cerebro a una suerte de letargo que causa  mayor tiempo de reacción, irritabilidad y somnolencia.
  • Presión.- Investigadores ucranianos han descubierto que oscilaciones de baja frecuencia en la presión influyen en la actividad mental causando cambios en los niveles de atención y memoria.
  • Viento.- No se sabe por qué nos afecta; podría deberse a su carga eléctrica: un viento con iones negativos causa buen ánimo, y viceversa.
  • Lluvia.- Los días oscuros y lluviosos estimulan la producción de melatonina, que de acuerdo con el Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos, causa síntomas de depresión.

 

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