La contaminación atmosférica ya es más constante en Cancún, pero a pesar de las diversas formas en la que se presenta, lo que más se denuncia son las quemas.

Tania Fernández Moreno, directora general de Ecología de Benito Juárez, señaló que la quema de llantas o de basura que atienden los Bomberos, y el tema comercial por sonometrías, son los ejemplos de contaminación atmosférica más denunciados.

“Es en toda la ciudad. En los predios que no están construidos, en las áreas que no están desmontadas, en tiraderos clandestinos”, sostuvo.

Según la Dirección General de Ecología, de 424 denuncias por contaminación registradas de enero a septiembre de 2023, alrededor de 20 fueron por ruido, y la mayoría fue por la presencia de residuos sólidos en humedales. Además, según datos del Heroico Cuerpo de Bomberos, en el mismo período ocurrieron 489 quemas de basura.

Pero la directora aclaró que aunque las quemas sean las más denunciadas, no quiere decir que sean los contaminantes más numerosos. Todos los ciudadanos impactan en las afectaciones atmosféricas cada día, con el uso de automóviles y su emisión de carbono, y más cuando presentan una falla mecánica y producen más humo.

Por eso, agregó, se tiene que trabajar en reducir la huella ecológica, utilizar coches que tengan menos emisiones o usar electrodomésticos fabricados por empresas socialmente responsables, para que haya menos generación de residuos.

En cuanto a las denuncias, Fernández Moreno explicó que los daños a la atmósfera afectan, principalmente, al aire que se respira al llenarlo constantemente de toxinas.

“Cualquier acción que sea en pro del medio ambiente, como generar menos residuos desde casa, reciclar, no tirar basura en ningún lugar que no sepamos que se va a ir a un correcto uso, cuidar el agua de los mares, cuidar el agua de la laguna, cuidar el agua de nuestra casa, de los cenotes urbanos y turísticos”, dijo.

También agregó que hay que cuidar los árboles y los manglares, ya que las emisiones de carbono son absorbidas por estas plantas, lo filtran y lo convierten en oxígeno. Desde tirar un chicle al aire libre con las bacterias que tiene, hasta lo que pueda generar un sonido, alguna emisión de gases o de algún residuo, es contaminación atmosférica.