¿Quién ganó el aplausómetro en el evento de Mara?
Lezama Espinosa fue declarada gobernadora electa de Q. Roo para el periodo 2022 - 2027.
El primer acto oficial de Mara Lezama como gobernadora electa de Quintana Roo sirvió para tomar el pulso de la clase política en el estado, y quizá podría definir el camino de los próximos seis años en la entidad.
El sábado, la XVI Legislatura del Congreso del Estado, hizo entrega del bando solemne a Lezama Espinosa por el que se le declara gobernadora electa del Estado de Quintana Roo, para el periodo 2022 - 2027.
El acto protocolario, por demás innecesario, serviría como un guiño de los diputados locales salientes hacia la gobernadora electa, sin embargo, hubo varios factores que le impidieron lograr su objetivo.
El primero de ellos fue que, al inicio de la sesión, que arrancó con 24 minutos de retraso, sólo se encontraban en el recinto 21 de los 25 diputados, y aunque a lo largo del evento se fueron integrando tres diputados más, para dar un total de 24, se demostró así una total falta de respeto a la futura titular del Poder Ejecutivo estatal.
Y ni hablar de la diputada del Partido Verde Ecologista de México, Tyara Schleske de Ariño, quien fue la única ausente en la sesión y tampoco presentó justificante.
El caso es que la diputada Cristina Torres Gómez, quien fue la encargada de presidir el acto, también fue la oradora oficial, y utilizó el espacio para rezar un verdadero panegírico hacia Mara Lezama, que por momentos hacía sentir a los presentes que se encontraban en un acto de campaña electorera y no en la sesión número 1 del quinto período extraordinario de sesiones.
“Una mujer que encarna los ideales de lucha, perseverancia y capacidad”, se escuchó decir a Torres Gómez con vehemencia, sin temor al escarnio de la concurrencia; haciendo que la iniciativa del diputado Julio Montenegro, para inscribir en letras doradas el nombre de la futura gobernadora en el muro de honor del Congreso del Estado, quedara como una mera puerilidad.
Para acabarla de amolar, Cristina Torres ninguneó al actual gobernador Carlos Joaquín González durante su discurso, ya que la diputada playense no dedicó ni una sola línea, ninguna oración, ninguna palabra y ni si quiera una letra, al actual mandatario estatal, ni si quiera porque, hasta hace ocho meses, ella pertenecía al mismo partido político que la impulsó a ella y al gobernador: el PAN, ni porque son socios en múltiples negocios.
De hecho, en un momento de su discurso pareció hablar mal de la administración estatal saliente: “Este cambio de gobierno, también, es la oportunidad de sanar heridas, de combatir las injusticias, de dar resultados, es decir, de realizar el trabajo para el que fuimos electos”, señaló Cristina Torres.
La legisladora no cabía en sus zapatos de la felicidad que se veía en su sonrisa de oreja a oreja, pues el acto celebraba también su futuro puesto en el gabinete marista, luego de venderse al mejor postor, tras la contienda electoral del 2021.
Por otro lado, en el “aplausómetro”, Mara Lezama le ganó al doble a Carlos Joaquín, ya que los aplausos para el gobernador duraron 15 segundos, mientras que para Mara, 30 segundos, incluso, ni siquiera habían terminado de decir su nombre y su cargo, cuando los aplausos iniciaron.
Otro hecho que llamó poderosamente la atención, fue la ausencia del titular del Poder Judicial del Estado, ya que no fue ni el magistrado Gustavo Adolfo del Rosal Ricalde, quien cubre el interinato en la presidencia de ese poder, ni tampoco el magistrado Heyden José Cebada Rivas, quien fue electo nuevo presidente del Tribunal Superior de Justicia del Estado, mismo que inicia en el mes de septiembre.
En su lugar, asistió la magistrada Dulce María Balam Tuz, quien ni siquiera radica en Chetumal, pues preside la quinta sala especializada en materia civil y mercantil, con sede en la ciudad de Cancún.
La que se le veía muy movida en el evento y con las fotos era la diputada electa Marybel Villegas Canché, quien se veía muy cómoda moviéndose en los terrenos del Poder Legislativo que ella bien conoce; en tanto el gobernador abandonó el recinto sin que nadie se diera cuenta.
¿Será este un reflejo de lo que le espera a Quintana Roo?