Daniel Pacheco/SIPSE
PLAYA DEL CARMEN, Q. Roo-. El apagón peninsular de la CFE puso a sudar a empresarios, turistas, resientes, empleados de bancos, estudiantes y comerciantes en Playa del Carmen debido a la incertidumbre que generó esta situación atípica, al menos en la magnitud que se presentó el pasado martes.

La falta de energía eléctrica que inició pasadas las 11:00 de la mañana tuvo una duración de más de una hora y ocasionó una extraña sensación de desconexión de la realidad tecnológica que se vive cotidianamente en la ciudad, tanto en los servicios turísticos como en la vida común de las familias y en la movilidad urbana.

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En la zona turística de Playa del Carmen, se tomaron medidas extraordinarias para operar hoteles, tiendas, cafeterías, restaurantes e incluso los vendedores ambulantes tuvieron que realizar sus transacciones de manera manual y con matemáticas básicas.

Particularmente en los restaurantes se tuvieron que considerar medidas emergentes para la conservación de sus productos perecederos, mientras regresaba la luz a la zona.

“Hemos tenido que cobrar sin el sistema electrónico, porque ninguna de nuestras cajas funciona. También se tuvieron que guardar alimentos o productos perecederos abriendo las neveras y refrigeradores lo menos posible por si esto llegara a durar muchas horas”, decía Lucia Miramontes, mesera de un restaurante en la Quinta Avenida.

Y es que más de 2 mil negocios que se ubican a lo largo de los 2 kilómetros de la arteria peatonal turística se vieron en la necesidad de continuar sus operaciones y servicios de una manera orgánica, pero manteniendo la atención a los clientes que sintieron los más de 35 grados centígrados registrados en este destino vacacional, sin aires acondicionados ni ventiladores.

Saldo blanco

A pesar de la confusión e incertidumbre primaria, la Policía Federal no reportó eventualidades de acuerdo a sus recorridos preliminares, junto con elementos de Seguridad Pública municipal, en cajeros, tiendas de conveniencia, mientras que los centenares de turistas nacionales y extranjeros retomaban la Quinta Avenida.

Un punto de preocupación general se enfocaba en el Hospital General de Playa del Carmen, ya que los servicios de salud, principalmente para Urgencias y los internados son delicados, sin embargo Mario Enrique Hernández Murillo, director del nosocomio, aseguró que inmediatamente se puso a funcionar la propia planta emergente para generar electricidad, con una garantía de funcionamiento de alrededor de 20 horas con las reservas de diésel.

Ante la falta de semáforos en funcionamiento, elementos municipales de Tránsito ‘entraron al ruedo’ en los principales cruceros de la ciudad, para orientar a los cientos de vehículos que a diario circulan en la zona urbana de Playa del Carmen.

De manera gradual y segmentada se fue presentando la recuperación del servicio eléctrico pasadas las 12:15 del día, activándose las luces en negocios de la zona norte de la Quinta Avenida con una margen de diferencia de 20 minutos entre los negocios de la avenida 38 hacia la avenida Constituyentes y de esta vialidad hacia la avenida Juárez posteriormente.