Delitos ambientales acaban con los manglares de Quintana Roo

Cancún y Playa del Carmen son las demarcaciones donde más se devasta el mangle, revela estudio de Datamares.

sábado, 23 De octubre, 2021

Al año, Quintana Roo pierde 5 hectáreas de manglar por delitos ambientales. (Foto: SIPSE)

Los delitos ambientales siguen siendo una constante en Quintana Roo, con un total de 55 expedientes abiertos en este año, principalmente en las zonas turísticas, donde los manglares son los más vulnerables.

Apenas esta semana, la Fiscalía General de la República (FGR) colocó sellos de aseguramiento al desarrollo Luximia en la zona hotelera de Cancún, cuya devastación de manglares fue denunciada en su momento por Novedades Quintana Roo.

Según datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad, ni siquiera la pandemia frenó la devastación ambiental: tan solo en 2020 se abrieron 73 carpetas de investigación, a pesar de que muchos proyectos inmobiliarios estuvieron pausados por lo menos la mitad del año.

No es una situación nueva, en los años previos también se tienen registros. En 2019 se reportaron 92 casos, mientras que en 2018 hubo 111.

Estos son solo los delitos que se denuncian y el caso prospera ante la Fiscalía General del Estado (FGE), aunque ambientalistas hablan de una “cifra negra” que es mucho más alta.

Autoridades están “atadas de manos”

Gisela Maldonado Saldaña, bióloga y activista ambiental, sostiene que en Quintana Roo prevalece la impunidad en este tipo de delitos, pues las dependencias encargadas de vigilar y sancionar están “atadas de manos”.

Se refiere, principalmente, a la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), quien desde 2018 sufre escasez de personal, pues solo cuenta con dos inspectores para verificar violaciones a la normativa ambiental.

Las denuncias ante la FGR pueden ser interpuestas directamente por un ciudadano, o bien, por instancias como la Profepa y la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), cuando se documenta el ilícito.

La FGR cuenta con una Unidad Especializada en Investigación de Delitos contra el Ambiente y Previstos en Leyes Especiales, adscrita a la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delitos Federales.

Dicha unidad tiene a su cargo la investigación, prevención y persecución de los delitos en la materia.

No obstante, el hecho de que se abran carpetas de investigación no deriva, a priori, en una sanción del delito.

De acuerdo con una respuesta de información pública de la FGR, desde el 2015 ninguna persona ha sido sancionada por delitos ambientales.

Denuncias contra tala de mangle están estancadas

Juan José Domínguez, director de la Reserva de la Biosfera del Caribe mexicano, afirma que la dirección del área protegida que encabeza ha interpuesto numerosas denuncias ante la FGR, las cuales se quedan estancadas.

Uno de los delitos más comunes, y el más identificable es la tala de manglares, especies de alta relevancia ambiental protegidas por la Norma Oficial Mexicana 059-Semarnat-2010.

El Código Penal Federal prevé en su Artículo 420 Bis sanciones de hasta diez años de prisión a quien dañe, deseque o rellene humedales, manglares, lagunas, esteros o pantanos.

Asimismo, el Artículo 60 de la Ley General de Vida Silvestre prohíbe expresamente la remoción, relleno, trasplante, poda, o cualquier obra o actividad que afecte la integralidad del flujo hidrológico del manglar, del ecosistema y su zona de influencia.

Cada año, Quintana Roo pierde por lo menos cinco hectáreas de manglares, según el conteo de DataMares.

Estos árboles inundados que sobreviven en ambientes costeros brindan múltiples servicios ambientales a la población, entre los que destacan la captación de dióxido de carbono, la protección de la infraestructura costera y el refugio para millones de peces de interés comercial, de acuerdo con la especialista Patricia Santos, del área de protección de Flora y Fauna Manglares de Nichupté.

DataMares indica que los municipios donde más se devasta son Solidaridad y Benito Juárez, a un ritmo muy superior al del resto de los municipios.

Estas demarcaciones cuentan con una superficie de mil 194 y seis mil 705 hectáreas de cobertura de mangle, respectivamente.

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