La capital del estado tiene dinámica propia y su comportamiento electoral es una incógnita ante el proceso electoral mixto del 1 de julio de 2018, cuando serán disputadas posiciones federales y las 11 presidencias municipales.

La alcaldía de Othón P. Blanco es de las contadas sillas que permanecieron fieles al PRI desde 1975, hasta la batalla del cinco de junio de 2016 que también le arrebató a ese partido el municipio de Solidaridad, incluida la damnificada gubernatura y otros municipios ya gobernados por la oposición.

El PRI será un retador de peligro en la capital, ya que su líder estatal Raymundo King de la Rosa ha metido orden en un partido que se acostumbró a tener en el gobernador a su primer militante y mando principal, con barajas de negociación capaces de doblegar a los más respondones.

Como oposición por decisión de su gobernador Roberto Borge, los tricolores tienen la posibilidad de explotar un menú de temas que siempre serán impopulares, y que son consecuencia del oficio de gobernar a nivel municipal y estatal.

Acostumbrados a enfrentar dos adversarios para dividir el voto, los priistas pueden tener un escenario favorable si los morenos y la coalición PAN-PRD –en caso de que no naufrague en las alturas– lanzan candidatos que no acumulen simpatías al por mayor. Con ese escenario, el PRI puede retornar a la silla con el 35 por ciento de los votos.

El chetumaleño Raymundo King puede ser un competitivo candidato a la presidencia municipal capitalina si los priistas del municipio cierran filas como disciplinado ejército habituado a ese tipo de guerras.

Sea candidato o permanezca en el liderazgo del partido, Raymundo desempeñará un papel estelar en la batalla por la silla de la capital que tiene al pretendiente más fuerte entre los panistas: el diputado local Fernando Zelaya Espinoza.

Si los morenos avientan un candidato del montón, captarán un decoroso porcentaje de votos que tendrá potencial de aguafiestas. Pero con una candidatura vigorosa podrían disputar la presea dorada.

Pero un choque entre el priista Raymundo King –coordinador de la bancada de su partido en el Congreso local– y el activo panista Fernando Zelaya sería el choque estelar en una capital habituada a ser gobernada por priistas.