Ernesto Neveu/SIPSE

CHETUMAL, Q.Roo.- Después de 48 horas de lluvias casi constantes en Chetumal, el sol asomó después del mediodía de ayer, y aunque las condiciones del clima fueron bastante agradables, las playas tradicionalmente concurridas los fines de semana lucieron desiertas, salvo por algunas familias locales que aprovecharon para distraerse un poco a la intemperie.

 

La zona de Dos Mulas que tradicionalmente luce a reventar cada fin de semana, tanto de visitantes como de vendedores ambulantes, en esta oportunidad se vio casi desierta, aún cuando el sol había alcanzado el zenit y la temperatura era agradable para nadar o hacer día de campo con la familia.

 

“La verdad es que venimos porque los chamacos ya estaban aburridos de estar encerrados. Ayer (sábado) ya no se aguantaban con la lluvia que no paró, y hoy por la mañana comenzaron a dar lata con venir a corretear a Dos Mulas, que es lo que nos queda más a la mano. Compramos dos pollitos y aquí andamos… El agua está medio fría pero nadando se quita la sensación”, comentó uno de los pocos bañistas.

 

Un grupo de turistas nacionales llegó por el sitio y solamente caminó por la escollera de sacos llenos con cemento y grava para retener de alguna manera la arena con que rellenaron hace ya varios años esa parte de la costa, donde se ubica una de las tres playas artificiales construidas en la Bahía de Chetumal.

 

Ya por la tarde, cerca de las seis, la temperatura comenzó a descender, pero el cielo se mantuvo despejado, salvo por algunas solitarias nubes cargadas de humedad que pasaron de largo por territorio capitalino. 

 

De acuerdo con la Dirección de Protección Civil Municipal, a cargo de Juan Manuel Zamarripa Pérez, la situación climática se mantendrá en el mismo tenor hasta la tarde de mañana martes, con días soleados a medio nublados y llovizna, temperaturas de entre 29 grados centígrados máxima y 20 grados centígrados la mínima para este extremo sur de la entidad.

 

Zamarripa Pérez comentó que, en términos generales, las lluvias no provocaron mayores problemas en el municipio Othón P. Blanco, salvo el creciente número de baches que ampliaron significativamente su número y dimensiones.

 

No hubo reporte de daños desde las zonas rurales y el río Hondo no presentó una creciente importante.