Reparten alimentos y esperanzas a familiares de internados

Dos veces por semana un grupo de voluntarios de la asociación sin fines de lucro Quiero Servirte Chetumal, visita los diferentes hospitales de la capital.

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Personal de seguridad les da el acceso hasta las salas de espera, para repartir el alimento. (Harold Alcocer/SIPSE)
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Juan Palma/SIPSE
CHETUMAL, Q.Roo.- Dos veces por semana, los voluntarios del grupo Quiero Servirte Chetumal, visitan las salas de espera de los hospitales de la ciudad para brindar palabras de aliento, café, pan dulce y galletas a familiares de personas ingresadas que aguardan día y noche sentados o recostados en las bancas del exterior de estas instalaciones.

La mayoría provienen de localidades rurales, no tienen dinero suficiente para pagar hospedaje, mucho menos, para comprar algo que comer.

En charla, el presidente de esta organización, sin fines de lucro, Roberto Segura Rocha, plática sobre cómo Quiero Servirte Chetumal realiza una labor social con las donaciones y patrocinios obtenidos de diezmos y ofrendas de los parroquianos.

La organización surge hace aproximadamente dos años en unión de varias personas que han pasado por esta experiencia en los hospitales. De hecho, de manera particular, pasó varios meses en una sala de espera hasta perder a su madre a consecuencia de una insuficiencia renal.

Los seis voluntarios de este grupo, recorren dos veces por semana, sobre todo los miércoles y viernes, el Hospital General, el Hospital Materno Infantil Morelos, así como el nosocomio del IMSS.

Alrededor de las 10 de la noche, primero arriban al hospital general localizado sobre la avenida Andrés Quintana Roo con calle Juan José Siordia. Con la autorización del director del  mismo, Oscar Jurado Espinal, el personal de seguridad que se encuentra en el área de Urgencias, les permite el acceso hasta la sala de espera.

Estas personas, montan una mesa desarmable y empiezan a colocar sobre de ella lo que en esa noche será distribuido sin costo alguno a quienes se encuentran esperando información de sus familiares ingresados por alguna enfermedad o accidente.

Los familiares de personas hospitalizadas, sobre todo de pacientes graves, ocupan incluso el área de ambulancias para dormir. En las noches improvisan camas con cartones en el piso y encima cobijas. Personal del hospital sale y grita los nombres de los pacientes para dar informes a sus familiares.

“Es muy importante y satisfactorio por es gente que no tiene a veces para un sorbo de café, un pan, una galleta. Lo que podemos, le traemos a la gente”, expresa Roberto.

El Hospital General de Chetumal atiende a la población que no cuenta con seguridad social y aquellos que se han inscrito en el  Seguro Popular. Generalmente son personas de escasos recursos de colonias populares de la ciudad, así como de las poblaciones rurales del municipio de Othón. P. Blanco.

El servicio médico de este nosocomio se extiende a los municipios vecinos ubicados en la zona centro–sur del estado, como son Bacalar y Felipe Carrillo Puerto.

Posteriormente, tras darles unas palabras de aliento y hacer la respectiva labor social, se trasladan hacia el Hospital Materno Infantil Morelos, luego al del Imss o hasta que se acaben las 50 raciones disponibles para esa noche.

A pesar de realizar un trabajo sin fines de lucro, en algunos casos han tenido que dejar las instalaciones al ser señalados de hacer proselitismo religioso en el Hospital del Seguro Social.

“Hace como tres semanas, sirviendo en el Hospital del Imss fuimos corridos… perdón, se nos solicitó que nos retiráramos a instancia de la administradora que en ese momento pasó y vio nuestra labor y simplemente dio esa instrucción al personal de vigilancia, que aclaro, sólo hizo su trabajo notificándonos”, expresó.

Debido a esta situación y para evitar cualquier mal entiendo, hará las gestiones correspondientes ante las propias autoridades del Imss, esperando tengan la sensibilidad para que permitan ayudar a estas personas que necesitan un poco de aliento.

“Esto me parece que es absurdo. Pedir permiso para que nos dejen ayudar, si ellos no lo hacen, entonces que no nos lo impidan a los que lo hacemos; sin embargo, somos una organización que reconoce y se somete a las autoridades”, indicó.

De la misma forma, aseveró que Quiero Servirte Chetumal cuenta con el respaldo de una asociación religiosa; no obstante, al acrecentarse su labor social en la capital del estado, pretenden registrarla como una asociación civil ante las instancias respectivas.

Para ello, primero deben cumplir con una serie de requisitos establecidos en apego a la legislación que rige en el país en cuanto este tema se refiere.

Uno de los principales problemas que enfrenta Quiero Servirte Chetumal es la  falta de fondos para cubrir los aproximadamente 10 mil pesos requeridos como pago de los derechos de inscripción en el Registro Público de la Propiedad y el Comercio,  pues brindan asistencia social con mercancía que proviene de donaciones  y patrocinios.

“Estamos realizando los trámites conducentes para poder obtener nuestro registro como  Asociación Civil, una vez contando con este documento, podremos ampliar nuestra labor social hasta otros nosocomios,  así como otros lugares donde las personas requieran este tipo de apoyo. Aunque tenemos limitaciones económicas confiamos en que podamos reunir el dinero necesario para ello”, finalizó.

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