Los accidentes en las carreteras Chetumal-Tulum y Chetumal Escárcega disminuyeron de manera drástica, conforme se han reducido las obras del tramo 7 del Tren Maya.

De acuerdo con la información de las Estadísticas de Accidentes en Carreteras Federales, de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, de agosto a septiembre se reportaron sólo cuatro incidentes a la semana en el camino 307, que conecta a la capital de Quintana Roo y Cancún, y 2 semanales en la 186, siendo ésta la vía que permite viajar desde Chetumal hasta el centro del país.

Entre marzo del 2023 y enero de este año, cuando las obras del Tren Maya tenían trabajando por estos caminos casi las 24 horas a más de 700 volquetes y camiones pesados, el número de accidentes promediaba los tres diarios en la carretera federal 186, y hasta cinco al día en su pico más alto, sobre la 307.

En el 60% de los casos los accidentes tuvieron como protagonistas a las empresas del transporte al servicio del Gobierno federal, reportándose en un año 182 víctimas fatales.

Pero desde julio pasado, cuando se redujo a casi un 30% el número de volquetes en servicio, también disminuyó la cantidad de choques fatales con vehículos particulares.

Sin embargo, lo que el reporte sí menciona es que aún se sufre por los plantones y bloqueos de carreteras: de manera inaudita se han triplicado las interrupciones de tráfico, principalmente en la zona de Bacalar, Limones, Nicolas Bravo y la entrada de Chetumal.

Junto con Oaxaca, Michoacán y Chiapas, Quintana Roo es una de las entidades con mayor cantidad de bloqueos en los caminos federales, aunque la diferencia radica en que en el Caribe mexicano no se han suscitado hechos violentos como en los otros estados.

En el caso de las tomas de caminos en tierras quintanarroenses, se deben principalmente a reclamos por parte de la sociedad civil, y estos han sido parciales o disueltos al cabo de unas horas, gracias a la intervención y diálogo de las autoridades locales.