El reconocido periodista chetumaleño Ángel Ramírez Hernández vivió este lunes un momento amargo al inicio de la jornada laboral, pues al abrir sus oficinas como lo hace cotidianamente se encontró con que su espacio de trabajo había sido violado por invasores anónimos que deliberadamente dejaron muestras evidentes del allanamiento.

Al ver el panorama inicial, las gavetas de los escritorios abiertos y los archiveros desparramado, se pensó que las oficinas habían sido robadas.

Pero no. El equipo fotográfico de alta gama y aditamentos para la captura y edición de audio, computadoras y otras cosas atractivas para los amantes de lo ajeno estaba completo. Nuestro colega reportó horas después que ningún objeto de valor había desaparecido.

El mensaje fue otro. Un mensaje cobarde de intimidación dirigido contra Ángel Ramírez Hernández, quien dirige el portal de noticias de internet Payoobisponews.com, mismo que se ha posicionado rápidamente en el gusto de los lectores locales.

El ex corresponsal de Televisa con 33 años de experiencia en el oficio, y presidente del Colegio de Profesionistas en Comunicación de Quintana Roo, calificó este acto como una amenaza directa con toda la razón, pues se trató de una invasión a su privacidad, una violación a su espacio laboral y personal.

A título personal extiendo mi respaldo y solidaridad a mi amigo Ángel Ramírez y a todo el equipo de Payo Obispo News, y me sumo a la protesta en voz alta por este atentado contra la libertad de expresión que tanto recuerda el pasado inmediato, ese que se ha criticado hasta el cansancio.

Los periodistas de Quintana Roo estaremos atentos a este hecho, dispuestos a cerrar filas contra las fuerzas que, desde las sombras, pretendan imponer la censura con estas prácticas delincuenciales.

Amigo Ángel, no estás solo.

Catalina supera la aduana

La secretaria del Trabajo, Catalina Portilla Navarro, salió airosa de su postergada comparecencia ante los diputados locales, en la que respondió con solvencia los cuestionamientos de los legisladores.

Con cifras y datos duros demostró el trabajo que se está realizando en una de las dependencias más golpeadas por la corrupción en el sexenio pasado sin evadir los temas polémicos, anulando con claridad de ideas los dardos envenenados lanzados por los legisladores.