Con movimientos quirúrgicos, el gobernador Carlos Joaquín González reactivó la construcción del hospital de Oncología de la capital del estado, previa revisión de una adjudicación leonina obsequiada en el gobierno de su antecesor aún priista: Roberto Borge Angulo.

En aquella administración la obra fue adjudicada con un costo estratosférico y ofensivo–un 50 por ciento adicional– a una empresa de la ciudad de México que carecía de capacidad técnica: Promotora NC S.A. de C.V. Como era previsible, no pudo cumplir con lo pactado porque de marzo de 2015 a enero de 2017 tan sólo reportó el 42 por ciento de avance.

El nonato hospital especializado en el diagnóstico y tratamiento del cáncer se ubica a la entrada de Chetumal, a un costado de la Uneme Dedicam que por muchos meses no contó con el indispensable mastógrafo.

Con el gobernador Carlos Joaquín González fueron aplicadas las sanciones de rigor, culminando con la rescisión del contrato y la reanudación de la obra el ocho de mayo de 2017, una vez efectuado el procedimiento de licitación que incluyó cuando menos a tres participantes, como exige la Ley de Obras Públicas y Servicios Relacionados con las Mismas.

La complejidad de la obra impuso la selección de una empresa que garantice experiencia en obras de ese nivel, ya que incluye protección radiológica con la construcción de dos bunkers que contendrán equipos de alta tecnología como el acelerador lineal y braquiterapia.

El atraso en la construcción del hospital –acción imperdonable de altos mandos de la anterior administración– genera un daño mayor a la población afectada por algún tipo de cáncer, al ser obligada a peregrinar en clínicas de Mérida y Campeche.

Los manejos nauseabundos merodearon en obras de esta naturaleza donde no se vale la voracidad, ya que están en juego cientos de pacientes que pueden evitar daños mayores e incluso la muerte. Mañana continúo…

                                          Vacaciones para Marisol Alamilla

La Secretaria de Educación y Cultura, Marisol Alamilla Betancourt, debe tomarse unas placenteras vacaciones y dejar por la paz su agenda de resbalones tiro por viaje. Su mala racha la coloca en una situación insalvable, casi al borde del abismo. Quizá sus asesores estén festejando su caída, pero se pueden quedar alborotados en el rancho grande.