Hace muchos años, entra mi hijo Mario a mi estudio y me dice: ¡Papá! ¿Puedes tocar “Solamente una vez” de Luis Miguel? Obvio después de ese comentario tan irresponsable, debido a su ignorancia, le hice la observación, que Luis Miguel sólo era el intérprete de la afamada canción del maestro Agustín Lara.

Este caso se repite día con día, olvidando que no seríamos nada sin los compositores que nos rindan sus obras para que nosotros podamos obtener ingresos a diario.

El hecho es que cada vez que interpretamos un tema, debemos estar conscientes de quien la compuso y darle públicamente el debido crédito como debe de ser.

Existen muchas páginas en el internet, que ponen: Letra y acordes de “Bonita”, de Javier Solís. Aclaro que Javier Solís no era compositor y que sólo cantaba este magnífico tema del maestro Luis Arcaraz; y, por ende, esto provoca que un adolescente, e incluso, alguno o muchos adultos no tengan idea del origen del tema que están escuchando.

Desgraciadamente todo esto de las redes sociales, el internet, Google, Wikipedia y demás, no son la verdad absoluta, aunque los millennials, centennials, generación z y todos los nacidos entre 1981, hasta nuestros días, estén incurriendo en este tema sin darse cuenta de lo garrafal que puede sonar su comentario.

Ahora algunos de la generación X, comprendida entre 1969 y 1980, también incurren en este caso, pero son los menos.

No olvidemos que siempre que hablamos de la música de Beethoven, Mozart, Bach, Chopin, Tchaikovsky, Stravinsky, Dvorak, Vivaldi y Debussy, por nombrar a algunos, estamos hablando no de intérpretes, sino de compositores.

Estos personajes nos han dado ingresos de manera directa. Al interpretar sus obras estamos generando ingresos que sin ellos sería difícil obtener. Lo mismo hablo de la época del bolero con Lara, Curiel, Ruíz Armengol, Tata Nacho, Esparza Oteo, Cantoral, Manzanero o de Benny Moré, Miguel Matamoros, Compay Segundo, por hablar del son cubano, o George Gershwin, Cole Porter, Glen Miller, Benny Goodman y Duke Ellington en el swing.

No imagino que hubiera sido de Elvis Presley sin las composiciones de Ben Weisman, a quien le grabó más de 50 canciones. Así que honor a quien honor merece. Hasta la próxima semana.