Ante el revuelo generado por la presunta aparición de un antiguo curvato, propiedad de una escuela en Chetumal, en la casa del padre de la titular del Instituto de la Cultura y las Artes de Quintana Roo (ICA), Lilian Villanueva, la Secretaría de la Contraloría del Estado (Secoes) informó que está corroborando la información.

Reyna Valdivia Arceo Rosado, titular de la dependencia, explicó que  están corroborando la información dada a conocer en las redes sociales.

“Es muy importante tener toda la información. Salió en redes y lo que estamos haciendo es averiguar si lo que se publicó es verdad o no”, comentó, para aclarar que no hay investigación.

Por su parte, la gobernadora Mara Lezama Espinosa comentó que en su gobierno “nadie está por encima de la ley” y que se indagará todo lo relacionado con el caso.

¡Revuelo en Chetumal! Contraloría investiga el caso del curvato desaparecido [Foto: Cortesía]

Hace unos días, en redes sociales se informó que el curvato de la escuela Belisario Domínguez, presuntamente volvió a aparecer, tras seis años sin ser visto, en la casa de Manuel Villanueva, padre de la directora general del ICA.

Sin embargo, Manuel Villanueva aclaró que no se trata del mismo, sino que el que se encuentra en su casa fue donado por el empresario Ricardo Gordillo Paredes.

Además, en una carta pública, destacó que hay diferencias entre ambos objetos que se utilizaban hace muchos años para almacenar agua.

“Los flejes de metal de ambos curvatos, así como el ancho de las maderas de ciprés canadiense no coinciden, debido a que no son el mismo”.

Indicó en su desmentido que la capacidad del de su propiedad es de aproximadamente ocho mil litros, y el curvato que fue donado por la familia Rangel Osorio al entonces Instituto Quintanarroense de la Cultura, era de aproximadamente 20 mil litros, más del doble de tamaño.

¿Qué es un curvato?

El curvato es un recipiente de madera o tonel que fue muy utilizado a principios del siglo XX en el sur de Quintana Roo para almacenar agua de lluvia.

Están hechos principalmente de materias como ciprés o de cedro, se caracterizan por tener una forma de barril, confirmado por estructuras con duelas verticales, rebajadas por los cantos y unidas con aros metálicos sobre una base circular.

Durante la primera mitad del siglo XX, estos recipientes estacionarios fueron indispensables en Belice y Quintana Roo.