Enrique Mena/SIPSE
CHETUMAL, Q. Roo.- La ruta original del Tren Maya en Quintana Roo podría sufrir alteraciones al tener que desviarse de zonas cavernosas que son características de la Península de Yucatán, por el suelo cáustico que predomina.

Eduardo Sánchez Anaya, dirigente de la Unidad Nacional de Asociaciones de Ingenieros (UNAI), explicó que la instalación de la red ferroviaria debe rodear las zonas de cavernas para evitar daños por posibles desfondes; se debe considerar la instalación de pilotes para sostener la infraestructura, con base en el estudio “geo referenciado” con la utilización de sistema satelital para determinar el tipo de suelo en mil metros de profundidad y a partir de esto trazar nuevas rutas en caso de ser necesario.

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“En el caso del ferrocarril Tren Maya, se debe realizar un estudio de mecánica de suelos, ahora con la tecnología hay que localizar cavernas, ríos subterráneos; no podría generarse un tren de esa naturaleza por problemas de subsuelo, en el caso del sureste de México, como la Península de Yucatán es como un queso gruyere”, dijo.

Hizo referencia que a consecuencia del cambio climático que se observa a nivel mundial, los países tienen cada vez más situaciones que no se veían años atrás, como el caso de sismos, fenómenos hidrometeorológicos, altas temperaturas, por mencionar algunos, y en este caso el terreno que comprende la ruta de este proyecto nacional va a continuar presentando hundimientos.

Sánchez Anaya, consideró que la primera etapa del análisis de suelo es definir el trazo, es decir por dónde va a pasar el tren y hacerse el estudio topográfico; establecer qué tipo de tierra es y en caso de cavernas, evadirlas o replantear para que la instalación sea en suelo firme.

“Los estudios deben ser con ingeniería de primer mundo, como se hace en el Aeropuerto de la Ciudad de México, que las pistas van a estar piloteadas, se hunden porque el suelo es limoso, muy suave y fino y aquí en la Península es un suelo cáustico, con vacíos en el manto freático”, comentó.

Analistas del Instituto Politécnico Nacional (IPN) del área de Ciencias de la Tierra y Topografía, por ejemplo, cuentan con los conocimientos para hacer dichos estudios, que a través del Sistema de Posicionamiento Global (GPS, por sus siglas en inglés) y Satélite hacen la lectura del suelo, en su momento pueden realizar dicho estudio.