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Fernando Sánchez Cimé enseña cómo se restaura un libro. (Sergio Orozco/SIPSE)
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Amaury Rodríguez/SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- Fernando Sánchez Cimé quitó la pasta del libro a reparar con fuerza, pero delicadamente, porque va a rehusar ese material para reparar un libro de la mitad que mide 27 de largo y 19 de ancho.

Después tocó el turno de trazar líneas para cortar la cartulina, agregó un centímetro más de cada lado a lo largo y a lo ancho. Una vez que se cortan dos partes iguales se pegan con adhesivo de larga duración, Fernando usó los dedos pegajosos sobre las primeras hojas del libro que deja reposar.

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Luego, un cúter desafilado de las manos de Sánchez Cimé desprendió tres pedazos de cartoncillo a la medida exacta del ejemplar, dos para la portada y contraportada y otro para el lomo. Los cortes no eran finos como él requería, así que pasó hasta 10 veces la punta de la hoja del cúter, hasta que quedara como recién encuadernado de una máquina. 

Paso seguido, la lija para papel le dio suavidad al cartoncillo desgastado y rugosidad a las palmas de las manos de Sánchez Cimé; para entonces el proceso ya rebasaba la media hora, por lo que dijo disfrutar de esta parte del día, pues el cuerpo se relaja después de la batalla con el cartoncillo.

Volvieron las tijeras, ahora con el keratol, la tela de superficie áspera, que la traen cada año de Chetumal a la biblioteca; dice “es muy difícil conseguirla en Cancún”. El keratol se corta a dos centímetros de largo y ancho de más que la medida de las tablitas y se traza con pluma el contorno de las tablas dejando en medio ocho milímetros que representan el doblez del lomo.

Finalmente, utiliza el pegamento 520 (de preferencia), y con el tanteo de los dedos aplica el keratol a la medida exacta de los cartoncillos y corta las esquinas de la tela en forma de triángulo, para pegarlas en las esquinas de cada uno; éstas harán que se refuerce la calidad de la reparación al momento de pegar los dos centímetros de largo y ancho le pasan una franela para que no queden burbujas; de esta manera quedó reparado el libro “Química a través de la historia”.

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