Lara Alfaro/SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- El infarto testicular es una de las afectaciones urológicas consideradas una urgencia, ya que en un lapso de cuatro a seis horas debe ser intervenido el paciente para evitar la pérdida de las funciones del testículo. 

En un estudio realizado en el Hospital de San Carlos de Madrid, en 2010, se evidenció que luego de pasadas 10 horas se puede salvar 20% de su desempeño.  

Este padecimiento es más común en niños y adolescentes, al ser causado por inmadurez anatómica de los tejidos, por ello en los adultos es poco frecuente, al tenerlos estos ya fijados, señaló Leonardo Robles Saiz, urólogo del Hospital Galenia. 

Adolescencia

Aunque puede aparecer a cualquier edad, indicó, es más frecuente en la adolescencia,  se calcula que uno de cada cuatro mil hombres menores de 25 años pueden presentarla, mientras que el segundo pico es durante el período neonatal.

“El problema se produce por la torsión de las capas internas de la región inguinal, generalmente ocurre en un solo escroto y requiere de una intervención quirúrgica para volverlo a su lugar”, dijo. 

Un infarto, informó, se produce cuando disminuye el aporte sanguíneo a cualquier órgano, en este caso deja de llegar la sangre al testículo, por lo que se produce un dolor súbito muy fuerte. 

“En muchos casos este problema se presenta en los pequeños cuando están dormidos y al despertar el llanto es intenso y constante, puede estar acompañado de náuseas y vómito, pero exteriormente no se ve nada, no se inflama ni enrojece”, reveló.   

Su diagnóstico, agregó, se hace por medio de un ultrasonido con doppler para poder observar el flujo sanguíneo, de ser afirmativo se abre la zona y con una maniobra se endereza el tejido, esto no suele repetirse.