Fue en la serie de televisión Batman, que constó de 120 capítulos divididos en tres temporadas, que transmitió la American Broadcasting Company (ABC) entre 1966 y 1968, cuando se volvieron muy famosas las exclamaciones ridículas y disparatadas de Robin, cuando se encontraba ante una situación de sorpresa o de peligro.

Si aquel simpático personaje del icónico cómic del siglo pasado se apareciera hoy por Suecia, probablemente le escucharíamos decir ¡santas carreteras eléctricas Batman! al enterarse de uno de los proyectos más innovadores que planea llevar a cabo Trafikverket, la oficina para la Administración del Transporte de Suecia, dentro de su programa de electrificación de la red carretera nacional para vehículos pesados.

Con la construcción, instalación, y puesta a prueba en escala real, de un sistema carretero completo, que incluye los dispositivos de acceso y administración de las cuotas, así como una serie de otros servicios auxiliares, Trafikverket se ha propuesto verificar y demostrar la tecnología que es capaz de proporcionar la electricidad que necesitan los vehículos pesados de carga eléctricos, que transiten por este proyecto piloto, que se convertirá en la primera carretera eléctrica permanente de Suecia, y probablemente de mundo.

Después de analizar las opciones, asignando prioridades con base en una variada serie de criterios, el consorcio que se ha conformado para gestionar el proyecto, llamado EvolutionRoad, tomó la decisión de ubicar este proyecto en un tramo de 21 kilómetros de la autopista europea E20, entre las ciudades de Hallsberg y Örebro de aquel país escandinavo. Uno de los factores que tuvo más influencia en esta decisión, es que esas dos poblaciones están ubicadas justo en medio del triángulo logístico que conforman Estocolmo, Gotenburgo y Malmö, además del consenso en la necesidad de transportar mercancías en un modo más amigable con el medio ambiente, dentro de una región de alta importancia logística para la infraestructura de Suecia. Se espera que este proyecto quede concluido y abierto a la circulación, a finales de 2025 o inicios de 2026.

Las carreteras eléctricas podrían ser el complemento ideal para una red de transporte libre de combustibles fósiles en el futuro, que contribuya a alcanzar la ambiciosa meta de eliminar las emisiones de carbono derivadas del tráfico vehicular de carga.

Es sumamente importante que en todos los países del mundo exista un marco regulatorio avanzado y visionario, con respeto irrestricto al estado de derecho, para permitir que la innovación se haga presente y puedan desarrollarse proyectos como éste, que se volverán indispensables conforme la electrificación vehicular avanza a pasos agigantados.

Hoy, los países con mayor penetración de unidades eléctricas en su inventario vehicular de todo el mundo, están encabezados por Noruega, con un asombroso 74.8%, Islandia con un 45% y Suecia con el 32.2%, y no, ninguno de estos países está construyendo una refinería o nacionalizando sus reservas de litio.

Este es un tema que debe abordarse con total seriedad, profesionalismo, capacidad y visión de futuro. Y aunque no se trata de un cómic, más de uno en México podría exclamar: ¡cáspita Batman, tenemos que ponernos las santas pilas!