Aunque este año el arribo de sargazo fue en bajas cantidades, aún no se encuentra garantizado que el fenómeno llegue a su fin en los años venideros en la región del Caribe. Esteban Amaro Mauricio, hidrólogo, mencionó que no hay certeza para determinar que el fenómeno se detenga de manera general, sin embargo, prevén un arribo similar para el siguiente año. 

“No hay nada escrito, la naturaleza tiene sus propios patrones y es muy difícil de pronosticar su comportamiento, aunque se supone que ya tenemos todo eso conocido. El sargazo nadie lo vio llegar, es algo completamente nuevo. Si seguimos la lógica de que se va a seguir fortaleciendo las corrientes del Niño, podemos inducir que será un comportamiento similar”, dijo el especialista. 

Este año el arribo de sargazo a las costas de Quintana Roo comenzó en enero, es decir, se adelantó a lo típico por dos meses, pues comúnmente inicia en marzo. Asimismo, concluyó la llegada en grandes toneladas en julio pasado, también presentándose un adelanto. 

“Aunque comenzó a finales de enero, terminó ahora en julio, entonces, hay una diferencia de que se adelantó y terminó antes de la temporada”, aseguró. 

Hasta el momento, el sargazo se perfila a dejar de recalar, al menos este año. Los registros del monitoreo de la Secretaría de Marina Armada de México (Semar) dan a conocer que la región se encuentra en un nivel de alertamiento “bajo”, con la detección de apenas unos cuantos manchones. 

Por eso las playas de todos los destinos se encuentran libres de la macroalga que ha afectado en la última década a la entidad. 

Esteban Amaro recordó cómo comenzó este fenómeno a intensificarse. En 2015 se presentó el más alto arribo de la macroalga que inundó los tramos costeros más representativos. 

Conforme han pasado los años los gobiernos han invertido para solucionar la situación, pero también son cuestionados por la población por los recursos millonarios que se han aplicado.