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El cambio va en serio en Quintana Roo, y este sábado ocho de octubre, cuando se celebró el 48 aniversario de la creación del estado como libre y soberano, la tan anhelada transformación se vivió en todos los aspectos de los festejos que encabezó la gobernadora Mara Lezama.  

 

Al salirse de su discurso oficial, ante los diputados, presidentes municipales, titulares de órganos autónomos y gente de su gabinete, la gobernadora contó que cuando se acercaba la celebración del estado, se le acercó personal del gobierno del estado para decirle que, después de la sesión del Congreso del Estado, seguirían los festejos en privado, en el Centro de Convenciones de Chetumal, como siempre se ha hecho. 

 

En ese tipo de eventos sólo asistían el gobernador con invitados especiales, traídos de otros estados, a quienes se les pagaba transporte, hospedaje y comida, sólo para asistir a un almuerzo privado para celebrar “en representación de los quintanarroenses”. 

 

Cómo olvidar aquel ocho de octubre de 2017, cuando justamente en esa comida se liaron a golpes el ex gobernador Félix González Canto y el ex alcalde de Benito Juárez, Julián Ricalde Magaña, hecho que fue muy sonado y criticado en todos los medios locales y nacionales. 

 

Pero este año es distinto, Mara Lezama ordenó a ese personal “chapado a la antigua”, por no decir otra cosa, que la celebración no sería para unos cuantos, ni mucho menos sería privada ni en un salón con aire acondicionado del Centro de Convenciones, sino que esta vez sería en la explanada de la Bandera de Chetumal, para todos los quintanarroenses que quisieran asistir con sus familias. 

 

Y dijo, “comeremos marquesitas, esquites, machacados, kibis, toras y tacos de cochinita, acabando así con una arcaica costumbre clasista, pero sobre todo carísima para el pueblo. 

 

Y así fue, incluso Mara se retiró del Congreso del Estado y se trasladó a pie por el bulevar Bahía de Chetumal para asistir a la celebración, donde era esperada por cientos de quintanarroenses. 

 

Pero desde el discurso oficial de Mara Lezama en el Congreso del Estado también fue radical, pues por primera vez en la historia de los aniversarios de Quintana Roo se le dio tanto énfasis a las mujeres, quienes avanzan con paso firme y decidido en el estado, con la llegada de la cuarta transformación. 

 

“El día de hoy la mujer no accede a espacios por cuota, sino porque se lo han ganado por su capacidad y talento”, destacó la gobernadora.  

 

A 48 años de su creación, y a pesar de que Quintana Roo es líder mundial indiscutible en turismo, y que se consolida como la principal entrada del país, con 27 millones de pasajeros, hasta hace unos meses, el estado había perdido su rumbo. 

 

Mara Lezama convocó a recobrar sentido de pertenencia por Quintana Roo, a sumarse a un nuevo acuerdo por el bienestar, a apostarle a la transformación profunda, no solo de la forma de trabajar, sino de conciencias. 

 

Entre los festejos no pudo faltar el “negrito en el arroz”, pues Heyden Cebada Rivas, quien es ni más ni menos que el presidente del Tribunal Superior de Justicia del Estado, llegó tarde al izamiento de la bandera de Quintana Roo, ello, pese a que el evento se movió, por cuestiones de agenda, de las 8:30 a las 10:00 horas. 

 

Demostrando su desprecio por los festejos de Quintana Roo y por las autoridades civiles y militares, Cebada Rivas llegó justo cuando la bandera estaba siendo izada, atravesándose por toda la explanada; ello, muy a pesar de que la gobernadora Mara Lezama dejó muy claro desde un principio, que ella será una gobernadora puntual, y que llegará a tiempo a todos los eventos públicos, máxime si se trata del aniversario del estado. 

 

¿Seguirán todos los servidores públicos el ejemplo de la gobernadora? 

 

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