Itzel Chan/SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- Después de cada cosecha, los productores pierden hasta 40% de lo producido debido a diversos factores como la falta de sitios para almacenamiento y a la transportación inadecuada, principalmente.

“Hay muchos elementos que afectan la cosecha y es que hay plagas que afectan a los granos como el maíz, el frijol y el trigo; en el caso de las frutas son los hongos los que perjudican”, comentó Javier Valdés González, director de Syngenta en México, empresa de negocios en agricultura, dedicada a la  investigación genética y biotecnológica de semillas, en el marco de la celebración del quinto Congreso de la Seed Association of the Americas (SAA).

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Aunado a esta situación, también se toma en cuenta que en diversos casos los productores no cuentan con infraestructura idónea para resguardar el alimento antes de que sea enviado hasta sus destinos de venta, si es que este es el fin.

La situación ideal se refiere al uso de cuartos fríos, en donde son almacenados antes de que se transporten a otros lugares de disposición.

“Algunas frutas y vegetales tienen una vida muy corta después que han sido cosechadas a la temperatura normal del cultivo, es por eso que se utilizan estrategias de conservación”, explicó Valdés González.

El enfriamiento poscosecha remueve rápidamente este calor de campo, permitiendo así períodos relativamente amplios de almacenamiento y ayuda a mantener la calidad hasta el consumidor final, brindando al mercado cierta flexibilidad que el aumento en las ventas del producto en un mayor tiempo.

La Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) informó que tan sólo en 2014 la cantidad de producción total obtenida en Quintana Roo fue de dos millones 180 mil 292 toneladas.

Al tomar en cuenta la estadística realizada por Syngenta, resulta que de la producción total sólo un millón 308 mil 175 toneladas llegaron hasta el plato de los consumidores.

Los principales frutos que se cosechan en el Estado son la caña de azúcar, calabaza, chile verde, elote, frijol, limón, maíz en grano, naranja y sorgo en grano y la soya.

La Food and Agriculture Organization of the United Nations (FAO) estima que cuando las pérdidas poscosecha son pequeñas, basta un ligero aumento de la producción para compensar la deficiencia. 

Sin embargo, a medida que el porcentaje de pérdida aumenta, incrementa la producción necesaria para compensar, es decir, se necesita 25% de aumento en la producción para compensar una pérdida de poscosecha de 20%; 66% para compensar una pérdida de 40% y 150% para compensar una pérdida de 60%.