Quintana Roo es la segunda entidad con la mayor deforestación registrada en los últimos años: 34 mil 937 hectáreas de selva mediana y alta se perdieron entre el 2017 y el 2022, cuando el promedio nacional fue de 2 mil 184.

El reporte “Unidades de Superficie Deforestada”, del Censo Agropecuario 2022, señala que de las 34 mil hectáreas de selva perdida en ese periodo, sólo 6 mil 182 fueron por causas naturales, principalmente incendios.

La mayoría de las áreas verdes se perdieron para realizar cambios de uso de suelo para la agricultura extensiva, explotación de maderas preciosas y construcción tanto pública como privada.

“Los principales impulsores de la deforestación en la península son las industrias extractivas como la agroindustria, la ganadería extensiva, las mega granjas de cerdos y aves, la expansión de la industria turística e inmobiliaria, los parques de generación de energías renovables, así como los  megaproyectos de infraestructura como el “Tren Maya” y sus obras complementarias”, señala el reporte “Evaluación de la deforestación en la Península de Yucatán, realizado por el Consejo Civil Mexicano para la Silvicultura Sostenible.

El documento puntualiza que es alarmante que Quintana Roo aumente su tasa anual de deforestación un 1.8%, cuando la tasa de pérdida a nivel nacional es de apenas un 0.1%.

Este problema se agudizó a partir de la primera mitad del 2021, cuando se registró una pérdida diaria de 196 hectáreas.

Por esta razón, puntualiza el CCMSS, es preocupante la degradación de las selvas quintanarroenses sin que alguna autoridad ponga un alto.

“La reducción drástica del presupuesto operativo de estas instituciones, el desmantelamiento de sus estructuras orgánicas, y la violación al debido proceso y al marco normativo en la que han sido parte durante la construcción de mega obras lideradas por el gobierno federal actual, entre otras razones, limitan la capacidad de estas instituciones para cumplir con sus responsabilidades y garantizar el cumplimiento de la ley y derechos humanos conexos”, señala.

Y de continuar esta tendencia se espera que en los siguientes dos años se pierdan al menos 97 mil hectáreas más de selva, casi 8 mil hectáreas más de áreas verdes perdidas por Chihuahua entre el 2017 y 2022 y que hasta ahora ocupa el primer lugar nacional con la mayor cantidad de bosque perdido.