Teresa Pérez/SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- La prevalencia de alergia en los ojos se encuentra entre las cinco primeras causas de consulta oftálmica y la padecen seis de cada 10.

De acuerdo con Cristina Pacheco Del Valle, médico oftálmica especialista en cornea del Hospital Nuestra Señora de la Luz en la Ciudad de México, en entrevista para Novedades, comentó que dicho padecimiento está subdiagnosticado, “generalmente preocupan enfermedades que amenazan a la visión como glaucoma, catarata, retinopatía diabética, degeneración macular relacionadas con la edad y son las que se llevan 100% de los titulares”, dijo.

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Sin embargo, en la alergia ocular tenemos un problema: no solo se presenta en niños sino también en adultos entre 20 y 50 años, por ello incidir en la prevención y acudir al médico especialista.

Mencionó que estos pacientes todo el tiempo presentan molestias de ojo rojo, ardor, se tallan todo el tiempo los ojos a tal grado que en su ámbito laboral o social reciben comentarios: ¿por qué siempre tienes tus ojos rojos?, ¿fumas algo? ¿te drogas? y esa agresión, aseguró la especialista, afecta no solo en lo social, sino que afecta calidad de vida.

Comentó que las principales razones por las que la cifra ha aumentado son la industrialización, la exposición de contaminantes químicos y dermatitis atópica.

El problema viene después, cuando por no atenderse y diagnosticarse a tiempo, este tipo de afección deteriora la salud visual al punto de dejar lesiones que causen ceguera. 

Al menos 20% de aquellos adultos que presentaron alergia ocular tuvieron complicaciones de cronicidad alérgica como conjuntivitis crónica.

Cronicidad alérgica

“Cuando un paciente adulto presenta alergia crónica no es porque inició a esa edad, sino que desde la infancia la tuvo y no se atendió y la relacionaron con resfriados y comezón estacional y uno de cada 20 pacientes arroja información de cronicidad alérgica y nunca se supo alérgico”, dijo la especialista.

Los síntomas más comunes de la alergia ocular son: enrojecimiento de ojos, hinchazón y comezón, ardor o lagrimeo y sensibilidad a la luz.

La mayoría de las alergias oculares responden a alérgenos presentes en el aire, tanto de zonas abiertas como cerradas: polvo, caspa animal, moho, humedad, humo, polen de flores y árboles en casa.