Ser torero: entre el ritual y la muerte

Prepararse para la corrida de toros es un acto ceremonial para el matador.

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El torero jalisciense Xavier Ocampo, compartió con Sipse el proceso de preparación previo a la corrida que protagonizó en la feria de El Cedral. (Rafael Acevedo/SIPSE)
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Luis Ballesteros/SIPSE
PLAYA DEL CARMEN, Q. Roo.- El ritual taurino tiene un aroma, un orden, es un momento donde el hombre se centra en sí mismo previo al encuentro con el destino, un enfrentamiento con un astado de 500 kilogramos. Ese es el medio de vida de un matador de toros, esa es la actividad que genera fuentes de empleo, es la fiesta que unos aman y que otros odian: la fiesta grande.

Xavier Ocampo Álvarez, matador de toros nacido en la ciudad de Guadalajara, sale de ducharse, saca una pequeña caja de madera, dice que es un obsequio que le hicieron en Marruecos. Extiende alrededor de 50 estampas, imágenes religiosas, escapularios y rosarios. Se concentra mientras acomoda las imágenes, cada una tiene un lugar y un significado especial.

Actividad costosa

Ser torero es caro, cada traje oscila entre los 50 mil y los 90 mil pesos; son hechos con chaquira y canutillo y cocidos con hilo de oro; otros, como el azul que eligió Ocampo para esa tarde del Cedral, llevan hilo de seda llamado “morilla” que hace que resalten las grecas dando dimensión al traje de luces. Ese traje es hecho en Guanajuato, la mayoría de los toreros manufacturan los trajes en España, otros eligen sastres mexicanos.

Luego de que Ocampo Álvarez se colocó solemnemente cada una de las partes de su vestuario con la ayuda de “Napo”, su mozo de espadas,  el torero sale de su habitación y se dirige al automóvil que lo llevará a su cita con el destino.  “Napo” camina atrás con capote de paseo, con el capote de brega, el fundón con las espadas (el ayudado, estoque de muerte y espada de descabello) y muleta. El costo del capote de brega es de 6 mil pesos, de muleta 3 mil pesos, y del  fundón con cuatro espadas 50 mil pesos.

Los toros los compra el matador y la empresa, estos varían dependiendo de la ganadería y de la divisa. Los de San Marcos del Cedral rondan los 40 mil pesos, en caso de bureles de “Xajay” o “Garfias” de cinco o seis años, alcanzan los 80 y 90 mil pesos.

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